El tereré, lo que tiene bueno, es que es un potente antioxidante que protege al sistema cardiovascular. Disminuye la cantidad de colesterol malo, mejora la tolerancia la glucosa y tiene un efecto protector de los vasos sanguíneo”, mencionó en una ocasión Nelly Schindler,
Aunque se puede elegir cualquier jugo de frutas para saborizar el agua, las que mejor se adaptan y aportan un plus de frescura son las cítricas: pomelo, naranja, lima o limón van a ser siempre las aliadas perfectas de un buen tereré.
Se puede agregar al agua: menta, hierba buena, cocú, cedrón, boldo,, burrito, etc. La canela y el clavo de olor, también son una buena elección y maridan muy bien con determinadas frutas.
La yerba ideal para el tereré debe tener un porcentaje mayor de palo y hojas sin tanta molienda. Se debe buscar en las góndolas las que dicen “Para tereré” o “saborizadas”.
Cuando sube la temperatura, el hielo no debe faltar. Puede ir en el vaso o en la jarra o termo.
El INYM destaca que, al igual que el mate tradicional, el tereré también es sinónimo de rondas con amigos. Así que no te falten amigos ni tereré
La cantidad de yerba debe ser más bien poca, al contrario del mate caliente, ya que se busca disfrutar del sabor del jugo más que del mate.
Por último, al servir hacerlo lentamente, sobre los cubos de hielo que están dentro del vaso, créanme, hace la diferencia. Es muy importante que todo esté lo más frío y lleno de hielo posible.
A medida que el hielo se vaya derritiendo, el jugo se irá “aguando”, por eso es aconsejable usar medio sobrecito de jugo al principio y más adelante agregar la otra mitad.
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