La forestación y los espacios verdes en la ciudad, son también escenarios de la proyección profesional de los Ingenieros agrónomos.
“Me desempeño como director técnico de una empresa que elaboran fertilizantes orgánicos y trabajo en todo el país en economías regionales con los más variados cultivos: yerba mate, cítricos y árboles de pepita”, explicó Cuenca.
“Me interesa mucho la problemática del arbolado urbano –agregó– para lo cual es clave conocer las normativas y las necesidades forestales de cada ciudad. Existe una gran cantidad de Ingenieros agrónomos dedicados a este tema, incluso muchos trabajan en paisajismo específicamente”
“Hoy, más que arbolado urbano hablamos de bosque urbano. Este nuevo término es mucho más amplio y más enfocado a todos los beneficios que tiene el árbol dentro de la ciudad, beneficios eco sistémicos, mejora del paisaje, de la biodiversidad y de la calidad de vida con efectos concretos en la salud”, expresó Cuenca.
“Mejoran el bienestar de todos los que conviven en esa comunidad, la convivencia y la sociabilización también. Y por supuesto que también juegan un papel clave en la mitigación del cambio climático, como sumideros de carbono, como agentes de regulación de las lluvias, mejoradores de la calidad del aire y como actores fundamentales en la disminución del efecto de las islas de calor, que son las que se forman en las grandes urbes por la combinación de paredes, pisos, asfalto, veredas, y que provoca un aumento de la temperatura ambiente”, describió el profesional.
Según relató Cuienca, desde la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Balcarce, antes de la formación del colegio actual, vienen trabajando en plantaciones proyectadas en conjunto con el organismo municipal, empresas privadas y otras instituciones que hacen sus aportes año tras año.
“Pero además de plantar, también está el cuidado posterior que es sumamente importante y hace al éxito y al logro de cada proyecto. Para eso es importante la participación Municipio en el tema del riego, capacitación de empleados en poda y escamonda y control de plagas”, dijo.
Indicó que el trabajo de los profesionales también incluye la formación ciudadana, por eso dan charlas en escuelas primarias y secundarias, y hasta en los jardines infantes con los chicos, remarcando y gestionando a futuro la importancia del árbol en las comunidades y en la vida de todas las familias.
En esa formación también brindan consejos para la recolección de semillas, épocas del año, formas de conservarla, la siembra y los cuidados que hay que tener en la forestación de diferentes espacios públicos y privados.
“Respecto a las especies que se recomendaron en esta jornada estuvieron los plátanos, olmos, tilos, sófora (un árbol leguminoso), tipas, fresnos, catalpas, arces y jacarandás. Estos últimos si se trata de veredas anchas y espacios grandes. Y en calles angostas y lugares más céntricos, se recomendó el crespón, árbol de judea, o acer” culminó Cuenca.
El ABC Rural