Los incendios registrados en la zonas forestales del NE de Corrientes fueron dramáticos en los últimos dos años. si bien fue potenciado por la imprudencia en zonas rurales las condiciones extremas de peligro de propagación, el déficit hídrico que enfrentó la provincia por la prolongada sequía hizo estragos, generando a los productores pérdidas económicas millonarias e impactando en la producción de resina con destino a exportación, un segmento de la cadena foresto-industrial que venía en proceso de crecimiento y expansión. El producto llegó a ocupar el tercer lugar de importancia en las exportaciones de la provincia.
Una consecuencia del cambio climático fue la sequía. Estas condiciones favorecieron a la aparición de plagas (pulgón o escarabajo de la corteza) que llevaron a la mortandad de árboles o afectaron de manera importante al volumen de producción respecto a la calidad de la miera obtenida –afectando su color- perdiendo rentabilidad por la baja de precios en la comercialización, entre un 20 hasta un 50% por el producto, explicaron empresarios del rubro
Por otra parte, registran una baja en las ventas en el último año, ya que desde los países tradicionalmente compradores de estos productos, como Europa, han reducido la demanda de manera significativa por la recesión económica mundial que se enfrenta.
En este contexto, empresarios del NEA operan lidiando con los problemas económicos del país, los altos costos internos y un tipo de cambio desfavorable para la exportación. Se encuentran, además, con las limitaciones al momento de importar insumos.
Esta realidad que enfrentan en la actualidad preocupa a los exportadores resineros ante un futuro incierto. Es un segmento de la cadena foresto-industrial con reconocimiento en Corrientes por su impacto social y económico, sin embargo no fue aún incluido por la Secretaria de Agricultura de la Nación en el dólar diferencial del Programa de Incentivo a las Exportaciones, impidiendo la posibilidad de liquidar las exportaciones de este producto a un tipo de cambio de 300 pesos, como alcanzó a otros sectores de las economías regionales (madera, cítrico, arroz, tabaco y ahora la yerba mate y la carne caprina).
El dolar diferencial a $300 se aplicará por cinco meses, busca promover el arraigo territorial, el agregado de valor, la industrialización en origen y el incremento de las exportaciones a través del desarrollo socioeconómico armónico, entre los distintos eslabones de las cadenas de valor. Y en todos estos criterios encuadra el sector resinero.
En Corrientes se registran más de 40 mil hectáreas que están destinadas a la producción de resina con destino a la exportación. Según datos oficiales, al 2022 habían unos 12.000.000 de árboles de Pinus elliottii en producción en Corrientes, de la cual se obtenía en forma anual 35.000 toneladas de miera.
Esta actividad genera empleo todo el año, y en forma directa dependen cerca de 3.000 operarios rurales tanto en el sector primario e industrial resinero. Los productos de colofonia y trementina, derivados de la resina, son productos demandados por sectores como el de pinturas, caucho, adhesivos, artículos de limpieza y alimentos, entre otros.
Pero este primer trimestre del año 2023 fue muy complejo para la actividad, tanto los ingresos como la continuidad laboral están en riesgo, ya que se estima que poco y nada cambiará en los próximos meses el crítico escenario, coinciden en el pronóstico los empresarios del rubro consultados por ArgentinaForestal.com.
Después de la primera jornada de resina del INTA en noviembre de 2022, que concentró a investigadores, productores y empresarios para dar visibilidad al potencial de desarrollo de este segmento de la cadena de valor de la foresto-industria, también se plantearon las dificultades que enfrentaban en la región.
En una entrevista con Gustavo Cetrángolo, socio de Agroforestal Oberá SRL – planta resinera instalada en Ituzaingó, Corrientes- quien fue uno de los principales organizadores del encuentro, relató los temas que preocupan de la actualidad al sector de producción y exportación de resinas.
En el caso de su empresa, tras la intensa sequía del verano, tuvieron que suspender las tareas de pica de los árboles en la temporada de mayor rendimiento.
“El panorama es de una temporada con muy bajo rendimiento individual, unos 2,4 kg/árbol contra 3,2 o 3,5 kg/árbol en las temporadas normales. Además, la cantidad de plantas en producción se encuentra en un nivel en promedio de entre 10 a 11 millones, cuando habíamos llegado a unas 18.000.000 de plantas en el año 2020”, describió el ingeniero.
Hace unos meses atrás, ArgentinaForestal.com publicó el informe con indicadores técnicos y económicos del relevamiento realizado y el trabajo que se llevaba adelante para determinar los factores de la mortandad de árboles de pinos.
“Es un muy buen trabajo técnico el que se lleva adelante, han evaluado la pérdida total de una 10.000 hectáreas por efecto de la sequía y otras 25.000 hectáreas se encuentran afectadas. La mayoría son de especies de pinos, de ese total unas 1.200 hectáreas son de eucalipto. El tema es que la mortandad por la sequía ha continuado con distintas intensidades según los lotes”, agregó Cetrángolo respecto a las consecuencias del déficit hídrico.
A las pérdidas por sequía, hay que agregar que a fines de 2020 se perdieron unas 20.000 hectáreas por incendios rurales y en el verano del 2022 otras 29.000 hectáreas más en Corrientes.
Sobre las plagas forestales, el ingeniero precisó que en la producción de la miera el mayor impacto fue el cambio de color de la colofonia. “Esto llevó a que esa colofonia pierda valor, tuvo que ser vendida a un 30% menos que el valor de mercado y aún hay stock en las fábricas de producción afectada”, explicó.
En Misiones, donde la empresa tiene un importante centro forestal en la localidad de 25 de Mayo, el impacto de la sequía y las plagas fueron menores. “Esto ayuda a balancear los graves problemas presentados en Corrientes”, sostuvo Cetrángolo en la entrevista.
En la actualidad, Agroforestal Oberá logra en su planta industrial de Ituzaingó una producción en promedio entre 300 a 350 toneladas por mes de miera, y exportan unas 270 ton/mes de producto terminado.
Globalmente, se estima que en la provincia correntina la producción de resina se habría reducido prácticamente a la mitad.
En el caso de Agroforestal Oberá, se vieron fuertemente afectados por incendios rurales en dos temporadas consecutivas, y la pérdida sufrida fue de más de 1.500.000 de árboles. “Sólo en una de las temporadas (noviembre y diciembre de 2020, la pérdida de la empresa fue cerca de u$s 2.000.000”, precisó el directivo.
En cuanto a las trabas en importaciones de insumos, básicamente requieren de las hormonas para la pasta estimulante que es muy importante para el proceso de elaboración del producto, y tuvieron problemas para importar. También los kits de los tambores de envases. “Nosotros habíamos importado kits de tambores bajo el régimen de importación temporaria, pero la sequía hizo disminuir los volúmenes de exportación a la mitad, y a pesar de la emergencia agropecuaria, la Aduana no nos concede prórrogas”, explicó Cetrángolo.
En el último año el precio internacional de los derivados de la resina, la colofonia y trementina, registraban una caída progresiva. En los últimos 12 meses, estos productos que se exportan han registrado una caída en el precio de un 35% en el mercado internacional. “Y no estábamos con precios excepcionales sino históricos”, aclaró Cetrángolo.
En cuanto a la miera, la situación sería peor: “Mirando a Brasil, que es el principal productor regional, el precio cayó un 66%. Para ser más claros, hoy vale un tercio que hace un año”, remarcó el directivo.
“El sector de resinas necesita ser incluido en el dólar diferencial para las economías regionales. No entendemos aún como no hemos sido incluidos ya que nos ayudaría en un contexto de baja de precios internacionales y apreciación del tipo de cambio”, dijo Cetrángolo.
De la misma manera que el ingeniero, otros empresarios del rubro se manifestaron sobre las gestiones que llevan adelante con las autoridades tanto provinciales como nacionales para que que puedan ayudar a sortear la crisis con esta herramienta.
En diálogo con el empresario Hugo Henn, del Grupo Henn que tiene sede en la localidad de Mocoretá con una fábrica de elaboración de colofonia y trementina para exportación, explicó el contexto internacional en el que se mueve el negocio de la resina, donde los impactos de la pandemia persisten, la guerra de Ucrania y Rusia, la sequía y la actual crisis financiera internacional dan un marco de dificultades a sortear, y que son considerado por los exportadores como parte del riesgo del negocio.
Los grandes productores del mercado de resina son Asia y Sudamérica en mayor volumen. En menor medida, países de Europa, Portugal y México.
“Brasil es el más competitivo en el sur forestal, y Argentina si bien tiene una producción que puede considerarse marginal en el orden nacional, sin embargo todo lo que se produce en la región de la Mesopotamia se destina al mercado exportador en un 90%, en una actividad que genera empleo todo el año, y es una economía regional de importancia en el territorio, forma parte del segmento de la cadena de valor que hace a la rentabilidad del negocio del productor forestal”, dijo Henn.
Sobre los precios internacionales, sostuvo que es parte del negocio los ciclos de volatilidad, donde a veces tienen precios más altos y otras veces bajos.
“Así funciona el mercado internacional, según la oferta y demanda. Europa y Asia son nuestros principales consumidores. Pero en este momento, estamos transitando un ciclo de baja de precios debido al contexto de recesión que enfrenta la economía del mundo. Hay tasas elevadas, un contexto inflacionario, todos son factores que impactan en la venta del producto, ya que las industrias que consumen este producto están enfrentando problemas financieros”, explicó el empresario.
A este escenario global, se suma la macroeconomía argentina, con un tipo de cambio que resta competitividad al exportador frente a sus principales competidores.
“En el país tenemos tres grandes inconvenientes en esta actividad: la crisis climática por los incendios y sequías, que generó grandes pérdidas a los productores forestales que se vieron afectados; la pérdida de productividad por el ataque de las plagas, y la baja de los precios al disminuir la calidad del producto consecuencia del cambio en la coloración intensa que se obtenía de la recolección de la miera de los arboles afectados. Esto implicó un impacto en las ventas con una baja de un 20 a 30% menos en los precios”, coincidió Henn con el panorama brindado por el ingeniero Centrángolo.
Y sumó como tercer factor el tipo de cambio desfavorable. “La Argentina no tiene un dólar a cambio competitivo, no se actualiza acorde a la inflación y los exportadores tienen costos en dólares, por ende, un cambio bajo. Por ello, el sector de la resina está en conversaciones con las autoridades provinciales y nacionales para ser incluidos en el dólar diferencial”; dijo Henn.
“Entendemos que próximamente podremos ser incluidos. En el negocio foresto-industrial, a diferencia de otras actividades, es una cadena que si le va mal a uno, nos va mal a todos los que somos parte de este negocio. Posiblemente a nivel nacional no mueva la aguja la exportación de colofonia y trementina, pero es una actividad que genera movimiento en las economías regionales, genera empleo los 12 meses de año, y moviliza un sector para exportar el 100% de lo que se produce”, remarcó el empresario.
Aseveró también que en la actualidad se está trabajando a pérdida, “solo liquidando stock, a rentabilidad cero. Estamos trabajando, pero con las finanzas muy comprometidas”, dijo Henn. “Nuestra realidad es crítica, muy compleja, y el futuro es incierto”, concluyó.
Con preocupación también enfrenta la actividad Darío Gómez, propietario de la Empresa de Servicios Forestales que realiza extracción de resina de pino desde hace más de 15 años en la zona de Gobernador Virasoro, principalmente para Forestal San Francisco, la empresa de su padre, Don Cirilo Gómez, un reconocido e histórico productor de resina en la zona de Misiones y Corrientes, que está pronto a poner en marcha un emprendimiento propio para sellar su trayectoria en el negocio.
“Me crié entre las plantaciones de pino y extracción de resina, aprendí desde muy chico todo lo relacionado con la actividad”, relata Darío y afirma: “Nunca vimos las consecuencias climáticas como las enfrentadas en los últimos dos años. Pasamos muchas secas con mi padre, pero nunca tan grave como esta”, sostuvo el empresario.
Siempre trabajó con arrendamiento de plantaciones de pino elliotti de terceros para la extracción de resina, y desde hace unos años decidieron comenzar con su propio plan forestal. “Aún tenemos pocas hectáreas, una plantación muy joven, pero los crecimientos logrados fueron muy buenos, y dependiendo del clima, el terreno y el diámetro, ya se podría lograr extracción de resina desde los 10 o 12 años de edad del árbol”, indicó.
El impacto de la sequía prolongada lo vivió muy de cerca y afectó la producción en estos meses. “La mortandad de los arboles afectados, y los problemas con la plaga del pulgón que manchó la resina, oscureció el color de la colofonia y eso afectó la calidad del producto, lo que nos llevó a vencer a muy bajo precio. A nosotros en particular nos afectó mucho, el precio bajó de 1.400 dólares la tonelada, hoy estamos en 700 a 780 dólares la tonelada, más que eso es imposible vender”, planteó Gómez.
Aún le queda algo de stock de esa producción afectada. “Ahora los productos se están limpios, creemos que ya terminó el problema de pulgón, o por lo menos no está afectando a nuevos lotes, pero seguro que si queremos sostenernos en el tiempo, vamos a tener que bajar aún más los precios”, explicó el empresario.
Desde su experiencia, considera que en Misiones no se desarrolla en todo el potencial esta actividad porque “al productor misionero no le rinde plantar pino en su chacra, no prepara el campo para plantar pinos. Tienen poca capacidad de forestación, no llegan muchas veces a las 5.000 plantas de pino, y tiene que ser de la especie elliotti, no taeda. En general, forestan a distancias de 4 o 5 km, y se complica el terreno. Son varios factores a tener en cuenta porque después no cierran los costos en logística. En Corrientes, es diferente. Hay grandes extensiones de pino resinoso, y es más rentable, a pesar de todo el contexto, es una alternativa productiva en el negocio forestal para esta zona”, aseveró.
Argentina Forestal