Por Agroempresario.com
La Argentina incorporó 48.759 hectáreas de plantaciones forestales en los últimos 18 meses, consolidando su potencial en el sector foresto-industrial. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, la superficie total forestada alcanza 1.326.478 hectáreas, frente a las cifras registradas en diciembre de 2023.
El incremento, relevado hasta mayo pasado mediante actualizaciones cartográficas, se explica principalmente por nuevas plantaciones y reforestaciones de pinos (Pinus) y eucaliptus (Eucalyptus). “Esto demuestra el potencial de la actividad foresto industrial argentina como motor de desarrollo regional y la apuesta a largo plazo por su crecimiento”, destacó la dependencia que conduce Sergio Iraeta.
El informe subraya que las provincias de Corrientes, Misiones, Entre Ríos y Buenos Aires concentran el 85,2% de la superficie implantada. Este bloque mesopotámico se consolida como el principal polo forestal del país, con condiciones climáticas y de suelo óptimas para el desarrollo de especies forestales comerciales.
Las restantes áreas se distribuyen entre otras 19 provincias, siendo Neuquén, Chubut, Córdoba y Río Negro las más relevantes dentro del grupo minoritario.
La madera obtenida de estas plantaciones se destina a múltiples industrias: madera aserrada, celulosa, tableros, pellets y generación de energía eléctrica. Según la Secretaría, este abanico productivo contribuye de manera significativa a la generación de empleo, el valor agregado y el fortalecimiento de economías regionales.
Asimismo, contar con estadísticas forestales actualizadas y verificadas es clave para orientar la política sectorial, fortalecer las cadenas de valor y cumplir con los estándares de trazabilidad y sostenibilidad exigidos por los mercados internacionales.
El crecimiento reciente refleja el interés inversor y las políticas de impulso al sector forestal. Las plantaciones de pinos y eucaliptus no solo consolidan la posición de Argentina en la región, sino que también aportan al cumplimiento de metas ambientales globales vinculadas a la captura de carbono y la producción sostenible.
Con una fuerte base productiva en la Mesopotamia y un abanico de aplicaciones industriales, el sector foresto-industrial argentino se proyecta como un actor estratégico para el desarrollo económico, la exportación y la transición hacia una economía baja en carbono.