Dirigentes políticos con un origen en la actividad agropecuaria compartieron parte de sus historias de vida y sus inicios en la política, cómo hicieron para abrirse espacio, y animaron a los jóvenes a comprometerse en política y participar en todos los espacios para ser verdaderos generadores del cambio.
Luis Picat, intendente de Jesús María, expresidente de la Sociedad Rural de la ciudad cordobesa y productor agropecuario, recordó que si bien se inició de joven en la política como afiliado a la Unión Cívica Radical, los años 2003 y 2008 fueron cruciales para decidirlo a entrar de lleno a la actividad. “En 2003, Jesús María tomó protagonismo contra ese impuesto distorsivo que son las retenciones; pero en 2008, y después de estar tres meses en la ruta, yendo y viniendo a Buenos Aires para que los políticos votaran en contra de la Resolución 125, me picó el bichito de participar en política y empecé a involucrarme más”.
La motivación para actuar en política, dijo Picat, es poder mejorar la calidad de vida de los que están al lado, y un cargo como el de intendente permite palpar de cerca los resultados. “La experiencia en estos tres años y medio como intendente ha sido muy satisfactoria, y lo voy a recordar siempre”, afirmó.
Para Catalina Boetto, secretaria de Ganadería del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, la llegada a la política fue diferente: su actividad la desarrolló como docente y productora, hasta que recibió la invitación del ministro Sergio Busso para sumarse a su equipo. “Me invitó a participar por mi CV, y para mí fue una cosa muy interesante. Te reafirma que en la Argentina el mérito sirve, no es que solo suben los amigos, y tuve que tomar la decisión de participar de algo que no sabía lo que era”.
Boetto animó a los jóvenes a aceptar los desafíos cuando surgen propuestas: “Di que sí, es la frase; hay que decir sí, porque confío en mí y en mi capacidad”. Para ella, la capacitación y el estudio tienen un rol central: “Deben capacitarse un montón en lo que saben hacer. Yo todos los días de mi vida, estudio algo. Eso los va a llevar algún día a un lugar de decisión”.
A su turno, Franco Mugniaini, secretario de Infraestructura Agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, también animó a los jóvenes a participar en los ateneos y en las sociedades rurales como un primer paso, para luego involucrarse en la actividad política, aunque aclaró que tiene que haber vocación: “Creo que se lleva adentro, tenés que sentir el querer hacer algo todos los días para que todo funcione mejor para todos”. Y fue enfático al afirmar “cuando se logra ver cómo la política pública bien implementada sirve para resolver los problemas de la gente, es transformadora, uno termina enamorándose de la actividad”.
Los panelistas también debatieron sobre la migración de los jóvenes que se van para no volver. Y coincidieron en la necesidad de cambiar la macroeconomía para que los jóvenes profesionales quieran quedarse en la Argentina, puedan elegirlo y hacerlo con libertad.
Boetto detalló que, a fin de los ´80, cuando nacieron sus hijas, evaluó la posibilidad de dejar el país junto a su familia, pero decidieron quedarse. “Hay que estudiar, capacitarse, tener profesiones amplias, que te permitan tener trabajos en el mundo; hoy mis hijas viven acá y trabajan para acá y para el mundo”, detalló. La funcionaria, que también es docente universitaria, coincidió con Picat sobre la necesidad de recuperar la calidad educativa que supo tener la Argentina, y sostuvo que “es un drama argentino que los chicos dejen el colegio: estudiar sirve, el conocimiento te permite acceder a otras cosas, te cambia y te atraviesa. La Argentina va a cambiar con esta mirada, por eso hay que invertir en Educación”.
En esa línea, Mugniaini sostuvo que es importante que haya un cambio generacional entre los dirigentes políticos: “Es muy difícil retener a nuestros jóvenes en nuestro país. Necesitamos involucrar a todas nuestras generaciones y volver a tener las bases que hicieron que la Argentina fuera lo que fue”, dijo, y destacó la importancia de “abandonar los extremos: aprendamos a creer en un gobierno de coalición”.
La secretaria de Ganadería destacó del rol que tuvo la generación de sus padres para transformar los pueblos rurales y lograr así que la gente se arraigara en el campo. “Yo soy de Arroyito. Ellos eran la generación que tenían que hacer, hicieron pileta, club, canchas de tenis, hicieron cosas, esos jóvenes de aquel momento se animaron y construyeron esos pueblos en los que todos querían vivir. Hay que dejar que ustedes hagan en sus pueblos lo que les gustaría que haya en sus pueblos. Ustedes van a hacer esos cambios”, dijo, “tengan su sueño y háganlo”.
El intendente de Jesús María destacó a la agroindustria como el rubro más importante del país, que necesita profesionales de todos los rubros, e incentivó a los jóvenes a que encuentren allí sus propios espacios. Para Franco Mugniaini, es necesario que se generan las bases y condiciones para que la Agroindustria se desarrolle y pueda absorber a los jóvenes profesionales. “Sobra lugar para los que se quieran quedar y formarse. Pero no hemos logrado todavía, desde nuestra dirigencia, encontrar un rumbo que nos permita encontrar estabilidad. Hay lugares, pero hay que crear las condiciones”.
Picat aseguró que la responsabilidad de abrir las puertas a la participación es de la actual dirigencia, pero aconsejó: “La primera puerta la debe abrir la gente grande, pero la impronta de generar cosas debe salir de ustedes: una vez que la puerta esté abierta, mándense, sean disruptivos, ahí van a encontrar oportunidades”.
Para Mugniaini, a las provincias les cuesta aún ser escuchadas en los lugares de toma de decisión: “El interior productivo del país no está siendo escuchado, y de alguna manera hay que cambiarlo. Que las provincias vuelvan a tener el peso que deben tener”. Y sumó que las entidades están tan atomizadas que se dificulta pelear juntos.
“El desarrollo productivo está en el interior, pero las políticas de Estado no están orientadas a ello. Necesitamos un líder, un Presidente que entienda que la identidad nacional se basa en el desarrollo productivo. Hay que defender la yerba mate, el petróleo o el maíz, convencernos a nosotros mismos de que es la manera de que la Argentina salga a flote”, concluyó Picat.
Maizar