En materia económica, esto representa una caída en el valor bruto de la producción de 273 millones de dólares, y un desplome de los ingresos netos de los productores, que se calcula que pueden ascender a los 252 millones de dólares, según comunicó el departamento de información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), quienes atribuyen este revés a la intensa sequía.
Según los pronósticos, los precios a cosecha tampoco son alentadores y en sentido general la producción del cereal, tendría un margen bruto negativo en 14 de los 17 departamentos cordobeses productores de trigo.
Los presagios negativos de la actual campaña vienen desde la siembra por la escasez de humedad de los suelos, que obligó a sembrarse alrededor del 24% de hectáreas menos que en anteriores campañas.
Sumado a las condiciones climatológicas que condicionaron la superficie de siembra, el área cosechable para la actual campaña es de 599.600 hectáreas, y se prevé que el rendimiento promedio sea de 16 quintales por hectáreas. Lo que se traduce en una disminución de 86.800 toneladas y una caída del 8 % de la producción.
Por supuesto que con estos volúmenes la provincia no llega a cubrir la demanda industrial, tal cual sucedió en la campaña pasada.
Córdoba procesa en promedio 1,3 millones de toneladas del cereal y se produce hasta 5 veces el trigo que llegan a moler en todas las industrias distribuidas por la geografía local. Es evidente que la provincia se verá en la necesidad de importar el cereal o conformarse con moler un menor volumen.
Ante esta situación, los departamentos del centro son los más afectados, ya que en estos son los que poseen los menores volúmenes de producción durante esta campaña, y a su vez concentran el mayor número de molinos, junto a la zona suroeste.
“A diferencia de la campaña anterior, que en términos productivos tampoco fue buena, los elevados precios esperados a cosecha permitían compensar, en cierta medida, la merma productiva. Para este ciclo 2023/24 la situación cambiaría, el precio de exportación (FOB) a diciembre de 2023 se estima en USD 255 por tonelada, una disminución del 35% respecto la campaña previa, y USD 8 por tonelada debajo del promedio de USD 263 la tonelada. El precio disponible presentaría un descenso del 28% respecto a la campaña previa, situándose en los USD 235 por tonelada, en comparación al promedio de USD 190 la tonelada, se posiciona USD 45 por tonelada por encima del mismo”, refiere el documento.
Además remarcaron que se trata del valor más bajo considerando la serie histórica de la BCCBA, pues el valor bruto estimado para la producción 2023/24 sería de USD 244 millones. “Este valor se obtiene multiplicando la producción por el precio de exportación, y representa los ingresos totales para todos los actores de la cadena, incluido los derechos de exportación”. Al compararse con las campañas previas, según describen el valor bruto de la producción seria de USD 420 millones menos al promedio histórico y USD 169 millones más bajo que el de la campaña anterior.
“Por otro lado, si ahora se valúa la cosecha al precio disponible se obtiene el ingreso bruto de los productores, que sería la porción del ingreso total que mantendrían aquellos agentes que participaron en la producción, comercialización y transporte al puerto del cereal. Este valor sería de USD 225 millones, USD 117 millones más bajo que la campaña 2022/23, y así, el valor más bajo en doce campañas”.
Sin dudas, ante este escenario, es mucha la incertidumbre que vive el productor que debe ponerse frente a la interrogante ¿si le es factible cosechar el trigo o no? Pues se habla de pérdidas de hasta 86 dólares por hectáreas producidas.
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