El virus rugoso del tomate amenaza el cordón frutihortícola de Luján

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizó un gran operativo para detectar el avance del virus rugoso del tomate en Buenos Aires. Se detectó una planta con síntomas e intervino el organismo.

Finalmente, se comprobó que el virus llegó al cordón frutihortícola de Luján. Ante este panorama, como medida preventiva se dispuso que el establecimiento productivo se mantenga en aislamiento.

Por otra parte, se establecieron medidas de higiene y desinfección rigurosas en el lugar, herramientas de trabajo y otros elementos que puedan actuar como transmisores. “En julio de este año, mediante, el Senasa declaró la alerta fitosanitaria para todo el territorio nacional en relación con la enfermedad”, destacó el organismo.

Esta enfermedad generó que se declarara la alerta fitosanitaria para contener los focos que se detecten, evitando su establecimiento y dispersión. A través de esta medida se busca garantizar la seguridad alimentaria en la producción de tomates. 

“Desde la detección del virus en Argentina, el Senasa junto al INTA y al INASE trabajan de manera coordinada para la prevención de esta enfermedad. De esta manera también se creó un comité de crisis interinstitucional, acción que genera que el trabajo de monitoreo y prevención sea aún más intensivo y coordinado”, planteó el Senasa.

Esta enfermedad es un virus que se llama Tomato brown rugose fruit virus (ToBRFV) y es una nueva virosis detectada por primera vez en Israel en 2014. Daña cultivos de tomate y pimiento.

Al mismo tiempo, se caracteriza por generar síntomas como manchas marrones en los frutos, deformaciones, pérdida de calidad y reducción en la producción. También tiene una rápida propagación a través de semillas, plantas infectadas y utensilios de trabajo.

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