El total de superficie en Navarra en 2022, según datos del Sistema de información Geográfica de Parcelas Agrícolas (SIGPAC ) facilitados por el Instituto de Estadística-Nastat asciende a 1.038.380,2 hectáreas. De estas, 617.388,0 hectáreas (59,5%) son superficies forestales, 338.998,5 hectáreas (32,6% ) están dedicadas al cultivo agrícola, y el resto, 81.993,7 hectáreas (7,9%) son superficies improductivas.
385.666,5 hectáreas (62,5%) están ocupadas por aprovechamiento forestal arbolado y 231.721,5 (37,5%) por forestal no arbolado.
Dentro de la superficie agrícola, 230.201,2 hectáreas (67,9%) se dedican a cultivos en secano, y 108.797,3 hectáreas (32,1%) a cultivos en regadío.
En cuanto a la superficie improductiva, indica que 70.625,5 hectáreas (86,1%) están cubiertas por agua y las 11.368,3 hectáreas restantes (13,9%) son superficies sin vegetación, construidas o alteradas.
Por comarcas, la Noroccidental y Pirineos son las dos comarcas con más superficie forestal, con un 91,5% y un 85% de su superficie respectivamente, mientras que la Ribera Alta-Aragón y Ribera Baja, son las que dedican más suelo a la agricultura, con un 65,5% y un 58,8%.
En la Cuenca de Pamplona, el 41,6% de la superficie es agrícola, y el 43,5% está ocupado por superficie forestal.
Navarra moviliza anualmente 550.000 m3 de madera y leña, cifra que apenas alcanza un tercio de la capacidad de crecimiento de sus bosques, por lo que el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Ejecutivo foral se ha planteado, bajo la tala controlada de arbolado y los criterios establecidos en su agenda de gestión forestal sostenible y certificada, incrementar significativamente el aprovechamiento de estos recursos.
“La madera, una materia prima renovable y de origen local, supone una oportunidad de primer orden para la mejora del ecosistema de los montes y el desarrollo sostenible de los entornos rurales con masa forestal”, ha concluido el consejero navarro de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mª Aierdi.
Navarra es la quinta comunidad autónoma en porcentaje de superficie arbolada y la primera en existencias unitarias por hectárea. Con un 66% de su superficie total ocupada por masa forestal –un porcentaje que ha ido en aumento en los últimos años-, el 84% de los recursos que llegan al mercado procedentes de los bosques navarros cuentan con un sello de certificación y más del 60% de los terrenos forestales de los que dispone la Comunidad Foral –cuadriplicando así el 15% de la media estatal- se encuentran sujetos a instrumentos de planificación en el marco de un programa de gestión sostenible.
La gestión forestal sostenible garantiza la administración y uso de los bosques y los montes, de manera que éstos mantengan su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración y potencial para cumplir funciones ecológicas, económicas y sociales o paisajísticas a escala local.
A su vez, los sistemas de certificación confirman la gestión forestal sostenible de aquellas regiones más avanzadas esta materia –como Navarra- y favorecen un mercado sostenible al certificar el origen y proceso de los distintos productos madereros.
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