En su capital, la ciudad de La Rioja, se entrelazan las principales actividades económicas con un vibrante turismo, destacando la icónica celebración de la Chaya como un faro cultural y económico.
La base económica de la capital riojana se fundamenta en la agricultura, donde la producción de vid y olivo ocupa un lugar prominente. Esta región fértil no solo provee materia prima para la industria vitivinícola, sino que también sostiene una próspera actividad agroalimentaria. Los viñedos y los olivares son parte integral del paisaje, reflejando la riqueza agrícola de la región.
Además, La Rioja capital se destaca por su industria vitivinícola, que ha ganado reconocimiento nacional e internacional por la calidad de sus vinos. Bodegas de renombre elaboran exquisitos vinos que conquistan paladares en todo el mundo, contribuyendo así al desarrollo económico de la región.
El turismo desempeña un papel vital en la economía de La Rioja capital. La ciudad atrae a visitantes ávidos de explorar su patrimonio cultural y disfrutar de su hermoso entorno natural. La Catedral de La Rioja, con su arquitectura imponente, y el Museo Folklórico, que narra la historia y las tradiciones de la región, son solo algunas de las atracciones que cautivan a los turistas.
Sin embargo, es la celebración de la Chaya lo que verdaderamente destaca en el calendario cultural de La Rioja. Esta festividad, que tiene sus raíces en las tradiciones ancestrales de los pueblos originarios, es un verdadero espectáculo de música, danza y gastronomía. Durante la Chaya, las calles cobran vida con comparsas coloridas, bailes folklóricos y la oferta gastronómica típica de la región. Miles de visitantes convergen en La Rioja capital para ser parte de esta experiencia única, generando un impacto económico significativo en la ciudad.
La Rioja capital es mucho más que un centro económico; es un crisol de cultura y tradición que se manifiesta en sus actividades económicas y turísticas. La combinación de la riqueza agrícola, la industria vitivinícola y la celebración de la Chaya crea un ambiente único que atrae tanto a residentes como a visitantes, contribuyendo al desarrollo sostenible de la región. En La Rioja capital, la diversidad económica y cultural se entrelazan para crear un destino verdaderamente incomparable en el mapa argentino.