La decisión fue tomada al finalizar el año pasado, cuando los socios de la cooperativa aprobaron una inversión de 1.670 millones de reales (U$S 340 millones al tipo de cambio vigente) para la instalación de esta planta, que se espera entre en funcionamiento entre fines de 2025 y principios de 2026. La iniciativa, que busca diversificar la producción y agregar valor a sus productos, se financiará mediante una combinación de capital propio y financiamiento bancario.
Según el presidente ejecutivo de Coamo, Airton Galinari, la cooperativa optará por no emitir debentures o Certificados de Recebibles del Agronegocio (CRAs) debido a los costos más elevados asociados a este tipo de operaciones.
Con un impresionante volumen de facturación de 30.300 millones de reales en 2023 y una base de 31.600 asociados, Coamo busca capitalizar un mercado en crecimiento, sumándose a la producción de etanol de maíz, que ha experimentado un notable aumento en los últimos años.
Si bien el etanol de caña de azúcar sigue siendo el líder en la producción nacional, con estimaciones de alcanzar los 27.990 millones de litros en la campaña 2023/24 según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la producción de etanol de maíz ha experimentado un crecimiento sustancial. Se estima que en el año agrícola 2023/24, el biocombustible derivado de granos alcanzará los 6.050 millones de litros, un incremento del 36,3% respecto a igual período del año anterior.
La mayoría de la producción nacional de etanol de maíz se concentra en la región Centro-Oeste, especialmente en el Mato Grosso, donde la producción comenzó hace poco más de una década. A nivel mundial, Estados Unidos lidera la producción, destinando aproximadamente el 40% de su maíz a la fabricación de etanol.
El proyecto de Coamo busca resolver un desafío persistente: la falta de industrialización de la gran cantidad de maíz recibido de sus asociados. Con la nueva planta, se espera que el porcentaje de maíz industrializado aumente significativamente, pasando del actual 1% al 20%.
Además del etanol de maíz, la fábrica también producirá 180 mil toneladas de DDG por año, un subproducto del proceso de fermentación del almidón, que puede servir como sustituto de la harina de soja en la alimentación del ganado.
La estrategia de Coamo de diversificar su producción e incrementar su valor agregado no es nueva. La cooperativa ya cuenta con plantas de procesamiento de soja, café, margarina y grasa vegetal en Campo Mourão, Paranaguá (PR) y Dourados (MS), contribuyendo significativamente a sus ingresos.
La inversión de Coamo no se limita a la producción de etanol de maíz; también contempla la construcción de una termoeléctrica con capacidad para generar 30 MW de energía, utilizando madera de eucalipto proveniente de áreas de reforestación cercanas a la sede de la compañía. Esta energía será utilizada para abastecer las plantas de Coamo en Campo Mourão, convirtiendo así al parque industrial en autónomo en términos energéticos.
La incursión de Coamo en la producción de etanol de maíz no solo refleja su compromiso con la innovación y la sostenibilidad, sino también su continua búsqueda de la excelencia y el crecimiento en un mercado en constante evolución.
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