En un hito transformador, el Gobierno ha tomado la decisión audaz de poner fin al arcaico sistema de intermediación en la asistencia social, optando por fortalecer los mecanismos de ayuda directa. Esta medida, revelada durante el último discurso gubernamental, marca un cambio significativo en la forma en que se aborda y distribuye la asistencia social en Argentina.
Una de las acciones más notables ha sido la duplicación de los montos asignados a programas fundamentales como la Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo y la tarjeta Alimentar. Esta ampliación no solo representa un incremento tangible en el apoyo a las familias más vulnerables, sino que también evidencia un compromiso genuino con mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios.
Además, se ha implementado una importante reforma que permite la compatibilidad de recibir asistencia social con salarios de hasta 1 millón de pesos. Esta medida estratégica tiene como objetivo facilitar la transición de aquellos que reciben planes sociales hacia el mundo laboral, fomentando la autonomía y la autosuficiencia económica.
Otro cambio trascendental ha sido la absorción de las funciones de entrega de alimentos, anteriormente gestionadas de manera no auditada por organizaciones sociales. Este cambio no solo garantiza una distribución más eficiente y transparente de los recursos, sino que también establece un control riguroso sobre el destino de cada bolsa de comida entregada.
En el ámbito de la asistencia social, el Gobierno ha reafirmado su compromiso de poner fin al denominado "negocio de los gerentes de la pobreza". Una exhaustiva auditoría reveló que al menos 52,000 planes Potenciar Trabajo se asignaron de manera indebida, destapando una red de irregularidades. La eliminación de estos beneficiarios fraudulentos resultó en un ahorro anual de 43,000 millones de pesos, un logro económico y ético que refleja la firme determinación del Gobierno en erradicar la corrupción en todas sus formas.
Estos cambios trascendentales no solo representan una evolución en la manera en que se proporciona la asistencia social, sino que también demuestran un firme compromiso con la transparencia, la eficiencia y la equidad. Con estas acciones, el Gobierno sigue demostrando su dedicación a construir un país más justo y solidario, donde cada ciudadano reciba el apoyo que verdaderamente necesita.