El 2023 se ha registrado como el año con la menor cantidad de hectáreas cosechadas en México desde el 2018, según cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Con una disminución del 10.2% respecto al 2022, el campo mexicano cosechó poco más de 13 millones 458,827 hectáreas, marcando una caída significativa en la producción agrícola del país.
Además, este año también se observó el mayor número de hectáreas siniestradas, con un total de un millón 117,783, un aumento dramático comparado con años anteriores. Esta situación se debe principalmente a la sequía, que ha afectado al 74.96% del territorio nacional.
Durango, Chihuahua, y Zacatecas son las entidades más afectadas, registrando las mayores cantidades de tierras no germinadas, con Durango a la cabeza con 202,723 hectáreas siniestradas. Este incremento en áreas dañadas representa no solo un desafío para la agricultura nacional sino también un significativo impacto económico para los productores y el sector agropecuario en su conjunto.
Mirando hacia el 2024, los datos preliminares hasta febrero muestran un total de 21,138.41 hectáreas siniestradas. Aunque la cifra es menor comparada con el mismo periodo del 2023, sigue siendo una preocupación para el sector, que espera una recuperación y mejores condiciones para la siembra y cosecha de este año.
Este contexto subraya la necesidad de políticas y estrategias efectivas para el manejo de recursos hídricos y suelos, así como el desarrollo de tecnologías y prácticas agrícolas que puedan mitigar los efectos del cambio climático y otros factores adversos en la producción agrícola de México.
Agrolatam