La Oficina a la Competencia de Canadá objetó y marcó una serie de “preocupaciones” sobre la fusión Bunge y Viterra. Se trata de un acuerdo comercial que significa la conformación de una empresa de un valor de 34 mil millones de dólares.
La oficina -informó Reuters- dijo que el acuerdo probablemente tendría como resultado efectos anticompetitivos sustanciales y una pérdida significativa de rivalidad entre Viterra y Bunge en los mercados agrícolas de Canadá. En este punto, el informe remarcó que la operación perjudicaría la competencia por la compra de cereales en el oeste de Canadá. También, la venta de aceite de canola en el este de Canadá.
Reuters señaló que las dos compañías realizaron una declaración conjunta y aclararon que las preocupaciones de la oficina estaban fuera de lugar. Además, prometieron trabajar con las autoridades canadienses.
Ahora el gobierno tiene que tomar una decisión final. La fecha límite para revisar el acuerdo es el 2 de junio.
Una posible salida a este cuestionamiento es que las empresas vendan activos a terceros. De esta manera, si la medida convence al gobierno, podría darse la fusión definitiva.
Esta preocupación se da porque Bunge es el mayor procesador de canola en aceite y harina vegetal de Canadá. A partir de la fusión, Viterra le sumaría siete de las 14 instalaciones de trituración existentes.
“Las dos empresas reiteraron que esperaban que la transacción se cerrará a mediados de 2024”, informó Reuters. Además, de Canadá, Bunge solicitó aprobaciones regulatorias para la fusión en América del Norte y del Sur, Europa y China. Las acciones de Bunge cayeron ligeramente en Nueva York después de que Canadá publicara el informe.
Esta fusión proyecta un importante impacto en el mercado local de granos. Ambas compañías explicaron en 2022, en conjunto, el 34% de las exportaciones de derivados de las oleaginosas y el 18% de los despachos de granos sin procesar, según datos de la Secretaría de Bioeconomía.
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