El Banco Santander se une al mercado de créditos hipotecarios UVA en Argentina

El Banco Santander, uno de los principales actores del sistema financiero argentino, ha decidido dar un paso significativo al sumarse al mercado de créditos hipotecarios UVA. Esta decisión llega después de que otras entidades incursionaron en un contexto de desaceleración inflacionaria y de estabilización económica aún desafiante.

Los créditos hipotecarios ofrecidos por el Santander serán en pesos, ajustados por CER más una tasa fija nominal anual del 5,5%, con un plazo máximo de 20 años. Se financiará hasta el 75% del valor de la propiedad para vivienda permanente y hasta el 50% para vivienda no permanente, con ingresos mínimos requeridos de $850,000.

La línea estará disponible a partir del 27 de mayo, y los clientes podrán calcular su cuota estimada en línea. Para acceder a estos créditos, se requerirá acreditar haberes en Santander Argentina.

Alejandro Butti, CEO de Santander Argentina, destacó la importancia de facilitar la compra de viviendas, mientras que José Bandin, Head de Retail & Commercial Banking, reafirmó el compromiso del banco en ofrecer soluciones financieras simples y confiables.

Con esta iniciativa, el Santander se une a otros bancos que recientemente han lanzado productos similares, como el Hipotecario, el Ciudad, el Supervielle, el ICBC, el Banco de Córdoba y el Nación.

Aunque algunos bancos aún tenían dudas debido a preocupaciones sobre la relación entre salario y cuota, así como por cambios regulatorios pasados, la leve mejora de los salarios y el descenso de la inflación han comenzado a impulsar a los bancos a ofrecer estos créditos.

El ministro de Economía, Luis Caputo, ha respaldado esta tendencia, señalando que los créditos hipotecarios son fundamentales para la economía y prometiendo mantener el enfoque en la estabilidad fiscal y en reducir la inflación.

En resumen, el ingreso del Banco Santander al mercado de créditos hipotecarios UVA representa un paso importante en el panorama financiero argentino, respaldado por un contexto económico más favorable y una demanda creciente de viviendas propias.