Frigorífico Montecarlo es una empresa santacruceña, líder en la industria frigorífica. En 2023, fue el segundo productor de carne ovina a nivel nacional con la faena de 138.283 cabezas ovinas, representando el 14 por ciento de la participación del mercado. La Planta Central en la avenida Almirante Brown de Río Gallegos posee corrales, playa de faena de ovinos y bovinos, oreo, cámara de enfriamiento, depósito y oficinas.
En 2015, junto a la Secretaria de Ambiente de la provincia, se comenzó a realizar la transformación de los procesos en pos de la reducción sustancial del impacto ambiental.
Para ello se presentó ante la autoridad ambiental un plan para adecuar los procesos productivos y proponer mejoras de infraestructura.
“La seguridad ambiental es una prioridad y por esa razón, comenzamos un proceso de transformación que permitió la incorporación de tecnología para mitigar el impacto ambiental”, afirmó el director de Frigorífico Montecarlo, Tomás Núñez.
Y agregó: “Nuestro compromiso es con Río Gallegos, con nuestra comunidad y trabajamos todos los días para mejorar la calidad ambiental”.
En el marco de este Plan de Gestión Ambiental, se desarrollaron distintas acciones, con la consecuente inversión en tecnología, para mitigar el impacto ambiental en cuatro aspectos: gestión del agua residual industrial, gestión eficiente del agua, de los olores, de los residuos y de la contaminación acústica.
Desde 2018, se inicia un proceso de cambio, modificando aspectos operativos e incorporando infraestructura para optimizar la captación de la sangre en un 99 por ciento. A principios de 2019, se construyeron nuevos sistemas de tratamiento para transformar la sangre en harina (sin destino comercial) mediante tratamiento térmico.
En 2020, se incorpora al sector de rendering maquinaria de avanzada, como por ejemplo un sistema térmico de hidrolizado, una prensa para expeler carne y otras maquinarias para la automatización. Estos equipos permiten transformar los desechos de la faena (vísceras y partes duras) en subproductos como harina y sebo con destino de comercialización. De esta forma, el 99 por ciento de los residuos sólidos son aprovechados.
Cabe aclarar, que el Frigorífico garantiza la disposición final de los residuos que no son reutilizados y la sangre reducida a polvo. Para ello, la empresa garantiza el traslado a la cava que el frigorífico posee en el relleno sanitario donde se le da el tratamiento previsto para tal fin.
Respecto a los residuos inorgánicos, desde 2020, la empresa se encarga de la separación de desechos en domiciliarios y reciclables.
Ese mismo año, el frigorífico se inscribió en el Registro de Generadores de Residuos Peligrosos por lo que se realiza el acopio y tratamiento indicado por la ley y se dispone el traslado a una planta de Caleta Olivia habilitada para tal fin. Si bien la generación de residuos peligrosos es mínima, entre ellos se encuentra el aceite de las maquinarias y toners de impresoras.
En cuanto al tratamiento de los olores molestos -producidos durante la elaboración de los subproductos- en 2020 se incorpora el primero de los equipos aerocondensadores y al año siguiente se realiza la importación desde Brasil de un segundo equipo de última tecnología. Los mismos captan los gases que se emiten, los someten a un sistema de enfriamiento y los condensa, reduciendo la concentración de emisiones atmosféricas y también el nivel de olores en un 94 por ciento.
Finalmente, en relación con el agua residual industrial, desde julio de 2010 se le realiza un tratamiento primario de filtrado que separa las partículas existentes hasta 2 mm de tamaño.
A finales de 2020, se comenzó con la construcción de una planta de tratamiento secundario de efluentes que se encuentra con los trabajos finales de puesta a punto. Esta planta además del filtrado permitirá el tratamiento biológico de los efluentes. Cuenta con cuatro procesos y un laboratorio para el monitoreo diario de su eficiencia. Además de cumplir con los parámetros establecidos en la Ley de Aguas, permitirá reutilizar este insumo en el riego del predio.
Cabe aclarar que estos efluentes tratados se incorporan a la red pluvio cloacal a través de una conexión directa al emisario que se encuentra a 4 metros de profundidad, construido en el 2009, y lleva los efluentes en forma directa a la Planta de Tamices de SPSE en cercanías del Vaciadero Municipal. Es decir, la planta no se encuentra conectada a los desagües de la ría (salida calle Rosas).
Otro hito importante, es la incorporación en 2022 al equipo de trabajo de una profesional en Gestión y Evaluación ambiental que lleva adelante las tareas de supervisión para el cumplimiento de la normativa vigente en la materia.