Su presidente, Martín Echavarri, compartió la historia y los desafíos de esta entidad ubicada en la provincia de Córdoba.
Se dedican a la elaboración de alimentos balanceados y concentrados proteicos para animales, servicio de picado de forrajes, recolección de leche a tambos, y venta de insumos para tambos.
Echavarri relató que “la producción lechera siempre ha estado cooperativizada. Fue una necesidad para los productores juntarse y evitar abusos de las empresas que compraban la leche. Nuestros abuelos, que somos la tercera generación de tamberos en la familia, fueron los pioneros en crear esta cooperativa”.
Actualmente, la Cooperativa agrupa a 50 productores y se encarga de recolectar la producción lechera con camiones propios, vendiéndola a una usina situada en Villa María. Además, ofrecen servicios esenciales como el picado de forraje y la planta de balanceados, una de las más grandes de la región.
El cooperativista mencionó que “la producción lechera siempre ha sido complicada, amenazada por los vaivenes de la política y el clima”. Uno de los grandes desafíos ha sido el recambio generacional y, sobre este punto, Echavarri explicó: “Hemos trabajado para sumar a los jóvenes, modificando estatutos para permitir que los hijos de socios puedan integrar el Consejo, aunque no sean titulares de la firma. Es fundamental renovar para no ver aumentar la edad promedio de los consejeros”.
Aunque la Cooperativa no industrializa su producción lechera, se ha enfocado en ofrecer servicios a los productores. Además, tienen un supermercado en el pueblo de 3.500 habitantes y emplean a unas 30 personas.
Mirando al futuro, la Cooperativa busca diversificar y mejorar sus servicios: “Apuntamos a mejorar la planta de balanceados y prestar más servicios al productor lechero. También estamos próximos a abrir una góndola de productos de origen cooperativo en nuestro supermercado, gracias a una iniciativa de Fecofe”.
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