Por Agroempresario.com
La industria agrícola se encuentra en una encrucijada tras el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la posible reducción del impuesto PAIS entre agosto y septiembre. Según expertos de la Asociación Civil Fertilizar, esta medida podría llegar "con lo justo" para la siembra de maíz, generando incertidumbre en el mercado de fertilizantes.
El presidente de la Asociación Civil Fertilizar, Roberto Rotondaro, explicó que la especulación de los productores, esperando la reducción del impuesto para comprar fertilizantes, podría resultar en problemas logísticos. Aunque actualmente no hay un riesgo inminente de desabastecimiento, un pico de demanda podría causar faltantes temporales en ciertas regiones, como ocurrió recientemente con el trigo.
Rotondaro señaló que los productores están tomando decisiones de compra "sobre la marcha", sin anticiparse como solían hacerlo. Esta actitud podría derivar en faltantes de fertilizantes en momentos críticos de la campaña. Aunque las bajas de precios podrían ser moderadas, si el impuesto PAIS se reduce un 10%, parte de esa reducción se trasladaría al precio del fertilizante, pero esto conlleva el riesgo de que, al dejar las compras para último momento, no haya suficiente producto disponible en ciertas zonas.
El vicepresidente de Fertilizar AC, Jorge Bassi, aclaró que el impuesto se paga al llegar el fertilizante al puerto, lo que podría coincidir "justo con los límites" si los productores esperan hasta último momento. Bassi también destacó que el productor está comprando más cerca de la fecha de uso, lo que ha generado incertidumbre y riesgos de abastecimiento.
El fertilizante es un negocio de alta logística, ya que una gran parte se importa (un 65%) y debe llegar a puerto, descargarse, distribuirse y llegar al campo. Si la demanda en una zona supera la oferta prevista, puede haber problemas de abastecimiento. La decisión de compra de los distribuidores y comercializadores depende de la demanda prevista, que está relacionada con las hectáreas a sembrar y las decisiones de los productores.
Rotondaro recordó que tras la quita de aranceles para la importación de insumos estratégicos, como la urea y sus mezclas con nitrato de amonio, se logró trasladar esa reducción a los precios. Sin embargo, destacó que el productor está comprando muy cerca de la ventana de uso, lo que conlleva riesgos.
Según la entidad, el tiempo para que los fertilizantes estén disponibles en Argentina es de entre 60 y 70 días. En el caso del trigo, la aplicación de fertilizantes es un poco más larga, pero en el cultivo de maíz, el período es bastante estricto. Otros expertos de la industria entienden la expectativa del productor para evitar pagar el impuesto, pero advierten que las fechas no son claras y la compra sobre la fecha puede ser riesgosa.
En algunas zonas, como Entre Ríos, se está a 50 días del comienzo de la siembra, y en otras regiones a 70 días. El mensaje es claro: aunque se entiende la situación del productor, la compra sobre la fecha de necesidad puede ser riesgosa si todos los productores postergan sus decisiones. La anticipación es crucial para asegurar que los fertilizantes lleguen a tiempo.
A pesar de que las compras están atrasadas, el uso de fertilizantes es similar al del año pasado. La expectativa es que el consumo de fertilizantes crezca entre un 5 y 10%, impulsado por mejoras en los precios y en la humedad del suelo.
Expertos destacan que antes los productores aseguraban sus compras anticipadamente por temor a dificultades de importación. Sin embargo, la incertidumbre actual ha llevado a los productores a tomar decisiones de último momento, lo que conlleva riesgos significativos.
En conclusión, la posible reducción del impuesto PAIS podría aliviar los costos de los fertilizantes, pero también presenta desafíos logísticos. Los productores deben considerar cuidadosamente sus decisiones de compra para evitar faltantes y asegurar una campaña exitosa.