Por Agroempresario.com
En las últimas horas, se generó una controversia en redes sociales tras los comentarios del productor, consultor y exsecretario de Valor Agregado durante el gobierno de Mauricio Macri, Néstor Roulet, sobre el cultivo del maní. Según Roulet, Argentina “pierde hectáreas” de siembra directa debido a la incorporación de este fruto seco (fuente: LA NACION). Roulet publicó: “Chau Carbono. Argentina pierde año a año hectáreas de siembra directa por incorporación del maní en la rotación. ¿Se puede competir con esta realidad? Imposible, porque los nuevos actores agrícolas ya no son los productores, son los exportadores o testaferro que elevan los alquileres”, adjuntando una imagen de un campo de maní. En una conversación con LA NACION, Roulet aclaró que el problema radica en los altos alquileres de las tierras, no en el cultivo del maní, con precios que pueden alcanzar hasta US$1400 por hectárea.
Roulet propone como solución reducir la presión impositiva sobre el maíz, trigo y soja, eliminando las retenciones en la próxima campaña para volver a un modelo más conservacionista. En sus palabras: “El campo que tengo no es mío, me lo prestó mi hijo”.
En respuesta a sus afirmaciones, varios usuarios en redes sociales han expresado opiniones diversas. Algunos coinciden en la necesidad de revisar las políticas impositivas para fomentar la competitividad de los cultivos tradicionales como el maíz, trigo y soja. Otros han señalado que el problema de la degradación de la siembra directa no necesariamente se debe al cultivo del maní, sino a prácticas agronómicas y económicas más amplias.
El cultivo del maní en Argentina es significativo, con 21 empresas asociadas a la Cámara Argentina del Maní, exportando a 106 países y generando 12.000 empleos directos. Este sector, exento de retenciones fiscales, representa una parte importante de la economía regional y contribuye significativamente a las exportaciones del país.