Por Agroempresario.com
En el contexto de una campaña de maíz afectada por el Dalbulus maidis, conocido como chicharrita, y la enfermedad Spiroplasma que este insecto transmite, surge la idea de impulsar el cultivo de maíz en la Patagonia Norte. Esta región presenta un clima y temperaturas que no favorecen la presencia y desarrollo de la chicharrita, permitiendo rendimientos potencialmente superiores al promedio nacional.
Luis Bertoia, coordinador del Comité de Forrajes y del área Patagonia de Maizar, explicó que, aunque la producción de granos en la Patagonia requiere riego, la disponibilidad de agua de buena calidad y casi gratuita, principalmente a través del río Negro, permite un buen potencial productivo. Hoy en día, la región produce una gran cantidad de frutas, y Bertoia considera que se podría agregar la producción de granos, destacando los buenos rendimientos obtenidos en La Pampa, Río Negro, Chubut, Neuquén y el sur de Mendoza.
Para expandir el área cultivable bajo riego, que actualmente es de 350.000 hectáreas, a un millón de hectáreas, serían necesarias diversas obras a cargo del Estado en sus tres niveles: nacional, provincial y municipal. En Río Negro, la provincia con mayor tradición de cultivo de maíz en la Patagonia, hay unas 25.000 hectáreas sembradas con este cereal, en comparación con las 7,6 millones de hectáreas a nivel nacional en la última campaña.
Eugenio Irazuegui, analista de mercados agrícolas en la corredora de granos Zeni, señaló que alcanzar el objetivo de un millón de hectáreas sembradas con maíz en la Patagonia requiere una infraestructura de riego considerable, lo cual implica una inversión mayor que en las áreas tradicionales de cultivo. Sin embargo, reconoció que, debido a las condiciones de humedad en el sur, la incidencia de la chicharrita en el cultivo de maíz es menor.
La producción de maíz en la Patagonia también presenta ventajas adicionales, como su uso predominante como forraje para la alimentación del ganado y la producción aviar. Según Bertoia, el 95% del maíz producido en la región se destina a la alimentación animal, lo que reduce los costos de producción ganadera, ya que actualmente se transporta maíz desde la región Pampeana. Este factor podría impulsar la producción de ganado para la exportación, especialmente considerando que la Patagonia es reconocida internacionalmente como zona libre de aftosa sin vacunación.
En resumen, la Patagonia Norte ofrece un potencial significativo para el cultivo de maíz, con un clima favorable y la posibilidad de altos rendimientos, siempre y cuando se realicen las inversiones necesarias en infraestructura de riego.