Sin embargo, también es importante su contribución a la cantidad y calidad de las pasturas y de los cultivos anuales. El conjunto de las leguminosas evaluadas mostró datos elevados de calidad en todas las especies, por lo que su inclusión en mezclas permitiría incrementos en digestibilidad de la materia seca (DMS) y proteína (PB) de las consociaciones para pastoreo.
Los factores que influyen en el valor nutritivo de los forrajes son, estado de madurez: un aspecto clave que afecta a la composición del pasto es la etapa de desarrollo de la planta en el momento del pastoreo o en forma más específica la edad de las hojas que componen lo consumido. El nivel nutritivo depende de la relación tallo/hoja de la planta, ya que los tallos contienen más fibra que las hojas; en efecto, la DMS de estas últimas suelen ser de 80-90 %, mientras que la de los primeros varía entre 50-70 % o aún menos. Puesto que esta relación aumenta con la edad, la DMS también se reduce con la madurez. Otro componente a considerar es la ingestibilidad (cantidad de alimento que puede ser consumida por un animal cuando se lo suministra a voluntad o ad libitum) ya que se ha comprobado que esta disminuye de forma continua al aumentar la madurez de la planta. Esto es debido a que al avanzar el ciclo biológico se eleva la cantidad de fibra y sustancias indigestibles. Este incremento produce una mayor resistencia a la degradación ruminal y una mayor dureza frente a la masticación. Esto hace que el rumen se vacíe más despacio y la consecuencia es una menor ingestión. Por lo tanto, cuanto más joven sea la parte consumida de la planta mayor será su utilidad como alimento. No obstante, el forraje demasiado joven puede provocar trastornos importantes por exceso de agua y PB y déficit de energía. Otros factores que también influyen en la composición de los pastos verdes son: factores climáticos como la luz, la temperatura, la humedad y la radiación solar. Está comprobado que una misma especie/cultivar sembrada en dos lugares diferentes, en la misma etapa de desarrollo, suelen tener valor como recurso para los animales distinto. También afectan factores edáficos, como el tipo de suelo y el contenido de nutrientes del mismo. Por tanto, la fertilización tiene su incidencia en el valor alimenticio de la pastura. La presencia de plagas y enfermedades también suele afectar al forraje, tanto por las lesiones producidas como por los productos que se utilizan para combatirlas. Desde un punto de vista nutritivo, las leguminosas son más aptas que las gramíneas, en especial cuando las plantas están maduras o pasadas. Tienen mayor contenido en PB y minerales como calcio, fósforo, magnesio, cobre y cobalto.
La calidad de la alfalfa está condicionada por el momento fenológico de la planta en cada ciclo de crecimiento. Se aconseja realizar el aprovechamiento cuando la pastura se encuentra en un estado desde pre-botón floral a antes de 10 % de floración, momento que aún ofrece un adecuado nivel nutritivo combinado con una alta producción. Anticiparse a estos momentos implicaría pérdida de potencial de crecimiento y al demorarse pérdidas de DMS y PB y como consecuencia menor producción de carne o leche. A medida que avanzan los estados de madurez disminuyen los porcentajes de PB y minerales, aumentando los componentes como fibra y lignina, más allá de que el "empaste" o "meteorismo" es la principal limitante de la alfalfa.
El lotus corniculatus tiende a mostrar datos más bajos de calidad que lotus tenuis. Ello podría atribuirse a su porte más erecto y tallos lignificados, que por su mayor contenido de fibra disminuyen la capacidad de los animales para expresar su potencial productivo con el aumento de la madurez.
El trébol blanco se caracteriza por tener un nivel alto y estable de aptitud en todas sus variables de calidad durante la mayor parte del ciclo de crecimiento, aún en floración. Muestra datos de digestibilidad in vitro de la materia seca (DIVMS) superiores al género Lotus, menores contenidos de pared celular o fibra detergente neutro (FDN) y mayores contenidos de PB y energía metabolizable (EM), por lo que en una primera aproximación puede decirse que el trébol blanco es desde el punto de vista nutricional superior al género Lotus. El "empaste" es más frecuente que en alfalfa y puede producirlo con similar o mayor intensidad.
El trébol rojo muestra datos similares a los lotus para todas las variables como alimento, salvo que produce empaste. El trébol rojo muestra parámetros menores cuando presenta tallos lignificados, que constituyen el tejido de sostén de los órganos reproductivos, con mayores contenidos de lignina, celulosa y hemicelulosa.
Los tréboles de olor presentan un elevado nivel nutritivo, alcanzando hasta 70 % de DIVMS y 25 % de PB. Pero, conforme avanza la fase reproductiva su capacidad alimenticia disminuye en forma marcada, alcanzando mínimos en plena floración menores a 60 % de DIVMS y 10-12 % de PB. La "cumarina" es una sustancia natural en los tréboles de olor, cuya presencia hace al pasto menos apetecible, más amargo. Se encuentra en todos los tejidos de la planta, pero su concentración es mayor en flores y frutos. Por esto, conforme avanza la fase reproductiva mayor es su contenido en la planta. En los primeros días de la utilización es probable que se resistan a consumirlo, pero después de un corto período lo hacen sin problema. Otro inconveniente podría presentarse en la henificación o ensilado ya que esta sustancia bajo determinada condición puede tornarse tóxica para el ganado. El "empaste" es menos frecuente que en alfalfa, pero puede producirlo con similar intensidad. Por esto se aconseja que no ingresen con hambre en un forraje tierno.
Las vicias son en términos de DMS y PB comparables con el de la alfalfa. Sin embargo, se va perdiendo con el avance de la floración ya que va disminuyendo en sus tallos y hojas. Pero en este momento surge un factor negativo de la especie vicia villosa, y es el riesgo de intoxicación en los rumiantes que la consuman. Esto sucede en cultivos puros o asociados con predominio de vicia villosa sobre el otro cultivo acompañante. Esta toxicidad se asocia a un compuesto "canavarina" que incrementa su concentración durante la formación de las chauchas.
AgroLatam