Por Agroempresario.com
El vínculo entre el Gobierno y el sector agropecuario se mantiene en un delicado equilibrio. Aunque no puede decirse que exista una mala relación, las tensiones son palpables, especialmente en torno a dos temas críticos: las retenciones a las exportaciones y el tipo de cambio especial conocido como dólar blend. Estos asuntos han estado sobre la mesa desde que asumió la actual administración, y, según fuentes oficiales consultadas por El Cronista, no se prevé que se avance en estas cuestiones hasta 2025.
El sector agropecuario reclama desde hace tiempo la eliminación de las retenciones, particularmente en la exportación de granos, así como un tipo de cambio más favorable que el actual esquema del dólar blend, que establece un 80% al dólar oficial y un 20% al contado con liquidación (CCL). Sin embargo, el Gobierno ha decidido mantener el foco en la búsqueda del déficit cero, dejando estos temas relegados a un segundo plano por ahora.
La acumulación de reservas en el Banco Central, una de las prioridades del Gobierno, se ve obstaculizada por este esquema de tipo de cambio. Según estimaciones privadas, aunque las exportaciones del complejo agropecuario han crecido en volumen, los bajos precios internacionales y la estructura del dólar blend impiden que estos ingresos se traduzcan en un incremento significativo de las reservas. En julio pasado, por ejemplo, las liquidaciones de exportaciones alcanzaron los USD 2.616 millones, un 35,8% más que en el mismo mes de 2023. Sin embargo, este incremento no refleja una mejora en las condiciones, sino la urgencia por generar fondos ante factores externos.
Desde el sector, se estima que aún hay alrededor de USD 10.000 millones en granos almacenados en silobolsas, a la espera de un momento más favorable para salir al mercado. Esta situación refleja una capacidad ociosa significativa en la cadena de exportación, un signo de la cautela con la que los productores están manejando sus activos en este contexto.
El futuro de la relación entre el Gobierno y el campo está atado a las expectativas de un cambio en la política cambiaria y de retenciones. Mientras tanto, desde el oficialismo aseguran que se han implementado medidas para mejorar las condiciones de las exportaciones de carne, lácteos y algunas economías regionales, aunque el sector agropecuario sigue esperando un cambio más sustancial.
Con la mirada puesta en 2025, cuando se espera que se revisen estos temas, la relación entre ambos sectores se mantendrá en un estado de tensa calma, mientras cada uno se prepara para un eventual cambio de escenario. La confianza del Gobierno en que las próximas medidas permitirán el ingreso de las divisas necesarias será clave para definir el rumbo de esta historia que aún está lejos de concluir.