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Por Agroempresario.com
Después de meses de incertidumbre y prórrogas, el Gobierno argentino finalmente ha definido el futuro de sus represas hidroeléctricas, un recurso esencial en la matriz energética del país. A través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, se ha anunciado la extensión de las concesiones de las represas El Chocón-Arroytito, Cerros Colorados, Alicurá y Piedra del Águila por un año más, dando tiempo para que se lleve a cabo un nuevo proceso de licitación.
El ministro de Economía, Luis Caputo, fue quien dio el primer paso hacia esta renovación, que permitirá la concesión de estas represas por otros 30 años. Este movimiento se produce en un contexto en el que la administración del presidente Javier Milei busca continuar con la gestión privada de estos activos, en contraste con la propuesta del exministro Sergio Massa, quien había sugerido la formación de un consorcio público-privado.
Las represas hidroeléctricas representan un activo estratégico de gran valor para las empresas energéticas, no solo por su capacidad de generar energía renovable a bajo costo, sino también por su papel en la reducción de la huella de carbono. Empresas como ENEL, Aconcagua Energía, AES y Central Puerto, que actualmente operan estas represas, han expresado su interés en continuar con las concesiones, aunque señalan la necesidad de revisar las condiciones de los pliegos, especialmente en lo que respecta a precios y regulación.
A pesar del interés, persisten ciertas dudas en el sector. Actualmente, los precios de la energía hidroeléctrica, fijados en pesos por el Estado, no remuneran adecuadamente según los actores del mercado. Además, la falta de flexibilidad para establecer contratos directos entre privados es vista como una barrera para la inversión.
El decreto establece un plazo de 180 días para la convocatoria a un concurso público que definirá las nuevas concesiones. Las empresas interesadas esperan que el nuevo marco regulatorio haga el mercado más competitivo y que los precios de la energía hidroeléctrica reflejen las inversiones necesarias para mantener y mejorar estas infraestructuras clave.
Mientras tanto, el sector energético argentino se mantiene a la expectativa, sabiendo que las decisiones tomadas en los próximos meses podrían marcar el rumbo de la transición energética del país, en un momento en que la sustentabilidad y la competitividad son más cruciales que nunca.
