Por Agroempresario.com
En el corazón agrícola del país, el déficit hídrico está generando serias preocupaciones. La falta de agua disponible en el suelo está afectando el crecimiento de los cultivos de trigo y pone en alerta la próxima siembra de maíz.
Según el informe de la ORA, basado en datos del satélite GRACE/NASA y un mapa elaborado por el organismo, las reservas de agua en el suelo en regiones como el norte de Salta, el oeste de Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, el sudoeste de Santa Fe y el norte de La Pampa son alarmantemente bajas. Estos datos provienen de dos modelos independientes que, a pesar de usar diferentes fuentes de información, coinciden en la gravedad de la falta de agua.
En el sur de Buenos Aires, las recientes lluvias han traído alivio. Se registraron precipitaciones superiores a 40 mm, mejorando significativamente las reservas de agua en el suelo. Esto ha permitido que las condiciones en el sur de Buenos Aires pasen de regulares a óptimas. Sin embargo, la situación en otras áreas, como la zona agrícola núcleo, sigue siendo preocupante. Mientras que el este de la región mantiene reservas adecuadas, el oeste enfrenta condiciones regulares y hasta escasas en algunas zonas.
El informe de ORA detalla que en Córdoba y Santiago del Estero, el área afectada por el déficit hídrico está en aumento. Las precipitaciones en el centro del país han sido mínimas en las últimas semanas, exacerbando la situación. Los cultivos de trigo en estas regiones están experimentando un crecimiento lento o detenido, y se requiere una lluvia de entre 20 y 30 mm para mejorar las condiciones.
En el sur de Santa Fe, los trigos muestran un estado de bueno a regular, pero están sufriendo debido a las bajas temperaturas y la falta de agua. En Santiago del Estero, la falta de lluvias ha comenzado a causar estrés hídrico en los lotes, aunque aún existe la posibilidad de recuperación si se registran precipitaciones.
Con el inicio de la siembra de maíz a la vista y los desafíos actuales para los cultivos de trigo, el sector agrícola enfrenta un panorama incierto. La mejora en las condiciones hídricas será crucial para asegurar una cosecha exitosa en las próximas temporadas.
La situación demanda una atención inmediata para gestionar los recursos hídricos y mitigar el impacto en la producción agrícola del país.