Un reciente informe elaborado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Alto Valle destaca que el requerimiento térmico invernal para los frutales de los valles de Río Negro y Neuquén se cumplió del 10 al 21 de julio en toda la región, condicionando fisiológicamente a los frutales de hoja caduca para el inicio del periodo de ecodormancia.
Cabe destacar que la ecodormancia se refiere al período subsiguiente, en el que los brotes de los árboles solo necesitan una exposición suficiente a temperaturas cálidas para reanudar el crecimiento.
Las temperaturas registradas al 14 de agosto permitieron una continua y efectiva acumulación de calor y el consiguiente desarrollo fenológico. En términos de referencia, con registros de la estación meteorológica de INTA Alto Valle, técnicos del área del Instituto evaluaron el comportamiento de la acumulación de calor a la fecha. Los índices bioclimáticos calculados se ajustan a 800 unidades de frío y 1000 horas de frío que corresponden a frutales de carozo de mayor requerimiento y frutales de pepita respectivamente.
En el análisis se observa que se ha alcanzado el 35 % del requerimiento en carozos en variedades de cerezos y duraznos:
Y el 18 % en peras y manzanas:
Los pronósticos locales indican un periodo frío-húmedo para los próximos días que frenaría el desarrollo fenológico de las diferentes especies y variedades; sin embargo, aquellas de menor requerimiento de frío invernal tienen mayor desarrollo fenológico, mostrando un adelanto aproximado de 4 días con respecto a valores medios de referencia (principalmente ciruelos y almendros).
La acumulación de calor hacia el este del valle es normalmente mayor que hacia el oeste y consecuentemente se observa mayor avance en el desarrollo fenológico.
La temperatura controla la tasa de desarrollo de muchos organismos. Plantas y animales, incluidos insectos y microorganismos, requieren una cierta acumulación de calor para poder pasar de una etapa de desarrollo a la siguiente.
Las Unidades Calor (UC) son la forma como se mide la acumulación del calor a través del tiempo. Son un indicador del tiempo que un cultivo ha estado expuesto a temperaturas adecuadas para su desarrollo. Las UC pueden emplearse para evaluar la viabilidad de un cultivo en alguna región determinada; estimar las etapas de desarrollo del cultivo; predecir su fecha de madurez y definir los mejores tiempos para aplicar fertilizaciones o controles de plagas.
LMNeuquen