Por Agroempresario.com
La situación económica de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina sigue siendo crítica, con una caída de la actividad del 17,8% interanual en julio, según datos de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), publicados por El Cronista. Este descenso acumulado representa una retracción del 18,6% en los primeros siete meses del año comparado con el mismo período de 2023. En comparación con el mes anterior, la producción se redujo en un 1,8%, evidenciando una tendencia continua a la baja.
El uso de la capacidad instalada de las pymes se mantuvo en julio en un 60,6%, casi igual al 60,1% de junio. Sin embargo, un aspecto alarmante es que el 19,3% de las empresas enfrentó dificultades para pagar salarios. Las áreas más afectadas fueron los sectores textil y de alimentos y bebidas, con tasas de problemas salariales de 24,5% y 24,4%, respectivamente. Este dato resalta la tensión financiera que enfrentan muchas pymes, que también lidian con dificultades en el acceso al financiamiento y altos costos operativos.
La Cámara de la Mediana Empresa atribuye la caída continua de la actividad a una pérdida prolongada del poder adquisitivo, que sigue afectando la demanda interna. Además, las empresas enfrentan dificultades en la infraestructura, con problemas logísticos y el deterioro de las rutas, lo que agrava la situación económica. "Este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos," detalla la Cámara en un artículo de El Cronista.
En respuesta a estos desafíos, el Gobierno, bajo la dirección del ministro de Economía Luis Caputo, ha implementado medidas para reducir los costos empresariales. Entre las acciones destacadas se encuentran la eliminación de las retenciones por Ganancias e IVA en compras con tarjetas de crédito y la reducción del impuesto PAIS. A pesar de estos esfuerzos, las empresas siguen abogando por una reducción más amplia de la carga fiscal y políticas que estimulen la demanda interna para reactivar el consumo.
El informe de la Cámara revela también que el 33,4% de las pymes ha reducido gastos operativos en los últimos meses, el 23,9% ha diversificado sus productos y el 15,9% ha disminuido la cantidad de horas laborales. Estas medidas reflejan la adaptación de las empresas a un entorno económico adverso, mientras que el 17,2% de las pymes ha recortado su plantilla de personal.
La industria argentina sigue en una encrucijada, con un panorama económico que, a pesar de algunos signos de estabilización, enfrenta incertidumbres para el final del año. Las pymes continúan navegando en un mar de desafíos, mientras que las políticas gubernamentales buscan mitigar los efectos de la crisis, sin garantías de una pronta recuperación.