El futuro de la marina mercante argentina en jaque

Por Agroempresario.com 

En una reciente sesión de la Comisión Permanente de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios de la Cámara de Diputados, se escucharon voces críticas sobre la situación actual de la marina mercante argentina. Los expertos advirtieron sobre los desafíos que enfrenta el sector y propusieron soluciones para revertir una situación que podría afectar gravemente la competitividad y la soberanía nacional, tal como publicó El Cronista. 

Durante la sesión, Jorge Tiravassi, presidente del Centro de Capitanes de Ultramar y Oficiales de la Marina Mercante, destacó que “el 93% del comercio exterior argentino se realiza por vía acuática” y que el país paga anualmente “u$s 3.600 millones en concepto de fletes”. Sin embargo, subrayó que “ni un solo buque de bandera argentina interviene en el tráfico internacional”, lo que indica una gran oportunidad económica perdida.

Tiravassi explicó que el costo de operar buques con bandera argentina es superior al de las banderas extranjeras debido a varios factores, incluyendo la alta carga impositiva y los costos laborales. “El costo laboral de una tripulación argentina es más alto que el de una extranjera”, detalló. También se refirió a problemas logísticos, como la demora en los viajes y los costos adicionales en puertos, que afectan la competitividad de la flota nacional.

En contraste, el Capitán Mariano Moreno, secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, criticó la falta de acción de los legisladores para resolver estos problemas. “Estamos llegando a un límite donde ya tenemos que empezar a interpelar a los legisladores, a la política en general, de si realmente hay una política o se pretende generar una política de Estado para que la marina mercante esté en el lugar que le corresponde estar”, afirmó.

Moreno también advirtió sobre la posibilidad de que la apertura de la Ley de Pesca favorezca a banderas y trabajadores extranjeros sin considerar la producción local. “Lo único que se busca es pauperizar aún más a los trabajadores”, afirmó, enfatizando la necesidad de proteger tanto la producción nacional como la seguridad laboral.

Además, se abordó el impacto ambiental y social del fortalecimiento de la marina mercante. Moreno destacó que el transporte marítimo podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al aliviar el transporte terrestre. “Si pudiéramos bajar parte de esa carga a los buques, por el mismo tonelaje estaríamos reduciendo entre un 30% y un 40% la emisión de gases de efecto invernadero”, señaló.

Entre las propuestas discutidas, Tiravassi sugirió la creación de un segundo registro para buques, una medida que ya es utilizada por varios países para evitar la emigración de flotas hacia banderas de conveniencia. Esta propuesta se enmarca en un contexto donde 95 de los 116 países costeros protegen su cabotaje nacional.

El panorama actual revela una necesidad urgente de acciones concretas para revitalizar la marina mercante argentina. La falta de medidas adecuadas y la burocracia existente podrían poner en riesgo no solo la competitividad del país en el comercio internacional, sino también la creación de empleo de calidad y la protección del medio ambiente. La voz de los expertos y la presión sobre los legisladores serán cruciales para enfrentar estos desafíos y garantizar un futuro sostenible para la industria marítima argentina.