Por Agroempresario.com
El gesto del gobernador Axel Kicillof hacia el campo bonaerense de no actualizar el valor de la segunda cuota del Impuesto Inmobiliario Rural en junio parece haber quedado en el pasado. Ahora, a pocos meses de finalizar el año, el mandatario provincial ha dispuesto un incremento del 125% como adicional en la cuarta y última cuota del tributo, que vence en noviembre. Aunque la ley fiscal provincial permite este ajuste, los dirigentes agropecuarios no esperaban su implementación.
Este aumento, que según la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) será solo del 25%, ha generado una profunda preocupación entre los productores rurales. No solo por el monto a pagar, sino por el momento en que deben hacerlo, justo cuando comienza la campaña de granos gruesos, como soja y maíz.
Horacio Salaverri, expresidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), manifestó el "malestar muy grande en el sector agropecuario" por lo que considera una "desacertada" decisión del gobernador Kicillof. Para Salaverri, el impacto del incremento es significativo porque llega en un momento crítico en que los costos de producción ya son elevados. “Cae en muy mala época hacia el sector porque en ese momento la agricultura se encuentra a pleno con los gastos de la implantación y el cuidado de la soja y el maíz”, explicó en diálogo con La Nación.
Desde ARBA sostienen que el incremento es menor al que denuncian los ruralistas. De acuerdo con la entidad, el adicional publicado en el Boletín Oficial el 29 de agosto "puede ser hasta un 25% del total del impuesto, tomado como un tributo anual que se paga en cuatro cuotas". Sin embargo, los productores insisten en que este adicional prácticamente duplica el valor de la cuarta cuota, lo que equivale a un aumento del 125%.
En diciembre pasado, la Legislatura provincial aprobó la ley impositiva 2024, con un tope de aumento del 200%. Sin embargo, la eliminación de ciertos beneficios, como los descuentos por buen contribuyente y pago electrónico, hizo que los incrementos fueran mayores, alcanzando entre un 240% y 270%. Ahora, con el nuevo adicional, los ruralistas ven un incremento aún más alto, lo que consideran una contradicción con el espíritu de la ley.
El gobierno bonaerense minimiza el impacto del aumento, señalando que afecta solo al 9% de las parcelas rurales, aquellas con una base imponible mayor a 39 millones de pesos. No obstante, Salaverri aclaró que este porcentaje no refleja la cantidad de hectáreas ni de contribuyentes afectados, ya que muchas de las parcelas no alcanzadas son pequeñas y periurbanas, mientras que las más grandes soportarán la mayor carga fiscal.
Carbap, bajo la presidencia de Ignacio Kovarsky, junto con sus comisiones y zonales, analizará en los próximos días las acciones a tomar ante este escenario. Por el momento, los productores están concentrados en el pago de la tercera cuota del impuesto, a la espera de decidir su postura frente al nuevo incremento impositivo.
Esta medida, que llega en un contexto de menores transferencias nacionales a la provincia, podría afectar significativamente la economía del sector agropecuario bonaerense, justo cuando los productores se preparan para una nueva y costosa campaña agrícola.