Por Agroempresario.com
La cosecha de maíz en Argentina finalizó con un acumulado de 46,5 millones de toneladas, lo que marca un crecimiento del 25,6% en comparación con la campaña anterior, afectada severamente por la sequía. Este aumento de 9,5 millones de toneladas se debe principalmente a los mejores rendimientos obtenidos, ya que el área sembrada permaneció estable en 7,6 millones de hectáreas.
Según el último informe del Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), aunque aún faltan cosechar algunos lotes de segunda y tardíos en el sur del área agrícola, no se espera que estos modifiquen la proyección total de 46,5 millones de toneladas.
Los rendimientos promedio en los cultivos tardíos se ubicaron en 63,3 quintales por hectárea, una reducción del 17,8% respecto al promedio histórico. No obstante, los cultivos tempranos en la zona núcleo arrojaron resultados alentadores, con un rendimiento promedio de 102 quintales por hectárea.
A pesar de los buenos resultados, el complejo de virus y bacterias transmitidos por la chicharrita afectó algunos lotes tardíos, lo que podría influir en la decisión de siembra para la campaña 2024/25. Sin embargo, las lluvias recientes han permitido avanzar en la implantación en el centro agrícola, alejando temporalmente el riesgo de la plaga.
Las lluvias asociadas a la tormenta de Santa Rosa mejoraron las condiciones hídricas para los cultivos de invierno, especialmente en el centro y sur del área agrícola. El trigo experimentó un aumento del 4% en su condición hídrica a nivel nacional, con regiones que avanzaron notablemente en las labores de fertilización.
En cuanto a la cebada, de las 1,3 millones de hectáreas sembradas a nivel nacional, el 83% presenta una condición hídrica "adecuada a óptima", con el 85% de los cultivos en estado "normal a bueno". Las expectativas son altas en las zonas alcanzadas por las precipitaciones, aunque el desarrollo del cultivo ha sido más lento debido a las bajas temperaturas en el sur del área agrícola.
La siembra de girasol avanzó un 2,3% durante la última semana, alcanzando el 7,5% de las 1,85 millones de hectáreas proyectadas. Sin embargo, algunas regiones, como el oeste de Santa Fe y Santiago del Estero, aún dependen de lluvias adicionales para poder cumplir con los objetivos de siembra.
Este panorama agrícola resalta el impacto de las recientes precipitaciones y las expectativas de una campaña 2024/25 marcada por la incertidumbre climática y el manejo de plagas.