El cambio climático afectará al 70% de la población mundial en las próximas dos décadas

Por Agroempresario.com

Desde el siglo XIX, las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles, han sido el motor principal del cambio climático. Estas acciones han generado emisiones de gases de efecto invernadero que elevan la temperatura de la Tierra. Las consecuencias ya son evidentes: olas de calor más frecuentes, tormentas intensas y riesgos de sequías que amenazan la producción agrícola a nivel mundial, según las Naciones Unidas.

Un nuevo estudio, realizado por investigadores de Noruega y el Reino Unido, predice que en las próximas dos décadas, el 70% de la población mundial enfrentará cambios climáticos extremos si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Publicado en la revista Nature Geoscience, el estudio destaca que incluso si se toman medidas drásticas, 1.500 millones de personas se verán afectadas. Sin embargo, si las emisiones continúan al ritmo actual, estos peligros se expandirán considerablemente.

Bjørn Samset, físico del Centro de Investigación Climática Internacional (CICERO), advirtió que gran parte de estos cambios ya están en marcha. “La única forma de enfrentar esta situación es prepararse para un futuro con fenómenos climáticos sin precedentes”, señaló. Los datos más recientes, como los del servicio climático Copernicus, confirmaron que 2024 ha sido el año con el verano más caluroso jamás registrado en el hemisferio norte, seguido de un invierno inusualmente cálido en el hemisferio sur.

Las olas de calor, incendios forestales, inundaciones y sequías que devastan cultivos ya están provocando crisis alimentarias en diversas regiones del mundo. Asimismo, las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, se han incrementado notablemente. En 2024, América registró más de 11,3 millones de casos de dengue, un aumento del 234% respecto al año anterior.

Jennifer Francis, climatóloga del Centro de Investigación Climática Woodwell, advirtió sobre el peligro de ignorar las alarmas climáticas: “Nos estamos volviendo inmunes a lo que deberían ser campanas de alarma". Mientras tanto, los modelos climáticos indican que fenómenos extremos, como olas de calor, lluvias torrenciales y vientos destructivos, ocurrirán con mayor frecuencia y severidad en los próximos años.

En regiones como los trópicos y subtrópicos, donde vive la mayoría de la población mundial, se espera que los extremos climáticos sean aún más severos. Carley Iles, climatóloga de CICERO, explicó que el estudio se enfocó en estos cambios regionales debido a su relevancia para los ecosistemas y las personas que los habitan.

A pesar de este sombrío panorama, los expertos sostienen que aún hay margen para mitigar algunos de estos efectos. Sin embargo, advierten que la rápida reducción de emisiones también podría tener efectos inmediatos en algunas regiones, como el aumento de las temperaturas extremas debido a la limpieza de la contaminación atmosférica, especialmente en Asia. Laura Wilcox, meteoróloga de la Universidad de Reading, subrayó la importancia de equilibrar los esfuerzos de reducción de contaminación con la lucha contra el cambio climático.

El estudio concluye que, aunque es crucial reducir las emisiones y adaptarse a los cambios inminentes, los fenómenos extremos que se avecinan podrían no tener precedentes, incluso en un escenario de bajas emisiones.