Sequía y crisis hídrica: productores ganaderos enfrentan desafíos en las islas frente a Rosario y Entre Ríos

Por Agroempresario.com

La crisis hídrica que afecta a gran parte del país está alcanzando niveles críticos en las islas frente a la ciudad de Rosario y en el departamento Victoria, Entre Ríos. Federico Vignale, un veterano productor ganadero con raíces en la región desde 1933, prevé un verano con muy poca agua y un alto riesgo de incendios. La bajante extrema de los arroyos y la acumulación de pasto seco elevan las preocupaciones entre los productores locales, quienes se enfrentan a desafíos sin precedentes.

“La situación es muy complicada. Vamos a tener un verano con muy poca agua y, posiblemente, muchos incendios”, advirtió Vignale a La Nación. La preocupación se centra en el impacto de la sequía en el ganado y el riesgo de incendios, dado que la primavera ha llegado con olas de calor intensas que agravan la falta de agua. Vignale ha implementado un sistema de monitoreo satelital para rastrear el calor y el movimiento de los animales, una medida preventiva ante la migración forzada en busca de agua.

Además, la crisis se agrava por una medida cautelar que impide la entrada de máquinas para realizar trabajos esenciales, como la creación de ripio para mejorar las condiciones del terreno. “La situación está cada vez peor, y estamos menos equipados para enfrentarla. No tenemos recursos suficientes para realizar proyectos, y la situación es crítica”, explicó Vignale.

En Entre Ríos, Roberto Sotomayor enfrenta desafíos similares. El arroyo Paranacito, antes navegable, ahora apenas tiene 50 cm de agua, dificultando el acceso y afectando toda la zona. Sotomayor, quien ha vivido toda su vida en la isla, destaca que la crisis hídrica no solo afecta a los ganaderos, sino a pescadores y apicultores, obligando a los residentes a traer agua potable desde la ciudad.

“La bajante afecta todos los tipos de producción y formas de vida. El agua es vital, y ahora tenemos que traer agua potable desde la ciudad porque el curso de agua está tan bajo que no es apto para el consumo humano”, señaló Sotomayor. La falta de opciones para solucionar la crisis, como el dragado de arroyos, ha intensificado el descontento entre los productores.

Ambos productores coinciden en que las condiciones actuales son las más graves en décadas, comparables a las vividas en el pasado, pero con un agravante: las restricciones legales y la falta de recursos que limitan las soluciones posibles. La crisis hídrica continúa afectando la vida rural y la producción ganadera, destacando la necesidad urgente de medidas para enfrentar esta grave situación.