Por Agroempresario.com
La relación entre las concentraciones de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera y las variaciones en la temperatura de la Tierra ha sido el eje central de los estudios sobre cambio climático. Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Science, del que informó el medio español El País, profundiza en esta conexión tras reconstruir la evolución climática del planeta en los últimos 485 millones de años, cubriendo todo el actual eón, conocido como Fanerozoico.
El estudio, dirigido por Emily J. Judd, investigadora del Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural, reveló que el dióxido de carbono ha sido el factor dominante en las fluctuaciones climáticas a lo largo de millones de años. Los científicos analizaron períodos de temperaturas extremas, que oscilan entre los 11 grados Celsius durante el Pleistoceno tardío y los 36 grados en el Turoniense. Estos hallazgos sugieren que, a pesar de otras influencias como la luminosidad solar y otros gases de efecto invernadero, el CO₂ ha jugado un papel sorprendentemente consistente en la regulación del clima global.
Lo más impactante es que, mientras el planeta ha experimentado ciclos de enfriamiento y calentamiento en el pasado, la rapidez del cambio climático actual no tiene precedentes. La diferencia radica en que el incremento reciente de las concentraciones de CO₂ está directamente vinculado a la actividad humana, principalmente debido a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Esto ha acelerado el proceso de calentamiento global en las últimas décadas, como ha advertido el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
El estudio también resalta que la mayor parte de la historia de la Tierra se ha desarrollado bajo climas más cálidos que los actuales, lo que subraya la vulnerabilidad del planeta a futuros cambios drásticos. Con una temperatura media global actual de 16 grados Celsius, el planeta se encuentra en el extremo bajo de su oscilación histórica, pero las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en aumento, lo que hace prever mayores cambios en el futuro cercano.
Este análisis ofrece una perspectiva crucial sobre cómo se ha comportado el clima a lo largo de millones de años y cómo podría evolucionar si las tendencias actuales persisten. El estudio refuerza la urgencia de adoptar medidas contundentes para reducir las emisiones de CO₂ y frenar los impactos del cambio climático, que ya está dejando huella en el planeta, desde el deshielo de los glaciares hasta fenómenos climáticos extremos.
Los autores concluyen que, aunque el vínculo entre el CO₂ y el clima es complejo, el conocimiento acumulado sobre su rol en el pasado puede ayudar a proyectar los escenarios futuros y preparar a la humanidad para los retos que el cambio climático representa.