El Río Paraná sigue bajando. Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) afirman que "el panorama no es optimista". Es que, desde el mes de mayo, uno de los ríos más grandes de Sudamérica y por donde corre parte de la producción agroindustrial, perdió casi tres metros de altura. Así lo midió prefectura. La sequía como todo futuro.
Además, el martes pasado, en el Puerto de Santa Fe, el Paraná presentó una altura de 62 centímetros, muy por debajo de la media esperada para esta época del año.
En este sentido, el ingeniero Juan Borus, responsable del pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), sostuvo que el Río Paraná vive una crisis hídrica como resultado de la escasez de lluvias y la sequía.
"En el litoral y la provincia de Santa Fe el panorama no es optimista", manifestó Borus en diálogo con UNO 106.3. Y agregó que "el déficit hídrico en los suelos se va incrementando y no hay una predicción de lluvias en el corto o mediano plazo que permitan esperar una mejora".
El Río Paraná y su bajante: un proceso
En este sentido, el ingeniero explicó que “la situación que atraviesa el río Paraná no se relaciona con las anomalías térmicas del pacífico, conocidas como la Niña y el Niño, sino que se circunscribe en un proceso de larga data que inició 5 años atrás.”
"Estamos viviendo un escenario largo que se enmarca en un ciclo que comenzó en la última parte del 2019. Hay que considerar que todo esto es continuación de aquello sucedido en los años 2020, 2021 y 2022; especialmente en 2021, que fue extremadamente crítico", puntualizó.
En tanto, el especialista subrayó que “este largo proceso se caracteriza por la escasez de precipitaciones y una gran dificultad para fijar un horizonte lejano de pronóstico, debido a la presencia de una gran variabilidad climática.”
"Tenemos que acostumbrarnos a que tenemos una limitación grande en la capacidad de previsión de la evolución del clima más allá de los tres meses. A veces ni siquiera llegamos a los tres meses", enfatizó.
Y agregó que "en principio en lo que hace al tramo argentino-paraguayo del río Paraná soy más optimista de lo que puedo serlo con respecto al tramo a los ríos provinciales". Según Borus, esto se debe a que la situación del litoral es más grave.
En esta línea el especialista del INA dijo que, además de la dificultad que significa el déficit hídrico de los suelos que produce la sequía, en el litoral argentino se complica el crecimiento de los ríos provinciales debido a que "el aporte en ruta — del caudal de agua — desde corrientes para abajo y en todo el litoral santafecino y entrerriano, en los últimos meses, ha sido escaso o nulo".
"En algún momento alguna lluvia que se dio sobre Santa Fe o Paraná, permitió una recuperación, pero fue absolutamente rápida, fugaz y acotadisima. Por lo tanto, que los ríos provinciales estén en una condición tan ínfima complica la vida del Paraná mismo y agudiza los impactos", añadió.
Asimismo, Borus detalló que no se trata de esperar una "lluvia salvadora que resuelva todo en 24 horas".
"De esa manera las lluvias van a recuperar gradualmente el tenor hídrico de los suelos y después de ahí mejorar la condición de los ríos. Creo que toda la primavera podría encontrarnos con una situación crítica de escasez de lluvias sin una mejora sensible", finalizó el ingeniero y especialista del INA.
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