Por Agroempresario.com
La reciente presentación de la Campaña Gruesa 2024/25 por parte de la Bolsa de Cereales pone de manifiesto los retos que enfrentarán los productores argentinos en el próximo ciclo agrícola. En un contexto donde la sequía persiste y las soluciones a corto plazo son escasas, el sector se ve obligado a adoptar una postura defensiva.
Según un informe publicado en Ámbito, el Gobierno y las entidades rurales están monitorizando de cerca la situación climática, que se anticipa con un pronóstico de “Niña débil o Neutro”. Esta inestabilidad se traduce en un clima de cautela entre los agricultores, quienes enfrentan un entorno de inversión limitada y márgenes de rentabilidad que no parecen mejorar.
Las estimaciones indican que se sembrarán alrededor de 28,25 millones de hectáreas con los principales cultivos de verano, donde la soja podría incrementar su área de siembra en un 9,8%, mientras que el maíz, en cambio, experimentará una caída drástica del 20,3%. Rodolfo Rossi, presidente de la Asociación Cadena de la Soja (ACSOJA), señaló que la soja podría compensar en parte la reducción de maíz, proyectando una producción de hasta 55 millones de toneladas si las condiciones climáticas lo permiten.
Sin embargo, los desafíos son significativos. La falta de humedad y los bajos precios internacionales impactan directamente en la decisión de los productores. Federico Zerboni, presidente de la Asociación Maíz y Sorgo (MAIZAR), destacó que la falta de lluvias se ha convertido en una preocupación mayor que las amenazas fitosanitarias. Con los precios del maíz y la soja a la baja, los márgenes agrícolas se encuentran en un punto crítico.
Las proyecciones de la Bolsa de Cereales sugieren que, a pesar de la caída en la intención de siembra de maíz, la producción total de la campaña podría alcanzar los 130 millones de toneladas, un leve aumento del 2,6% respecto al ciclo anterior. No obstante, las expectativas de una buena cosecha en Brasil y Estados Unidos presionan aún más los precios a la baja, poniendo en aprietos a los productores argentinos.
Finalmente, la Fundación Mediterranea advirtió que los márgenes agrícolas están "entre algodones". Las proyecciones para 2025 indican que, en el mejor de los casos, los márgenes netos del productor se ubicarían significativamente por debajo de los niveles de rentabilidad alcanzados en años anteriores, lo que obligará a los agricultores a realizar sus planteos con cautela.
Con la campaña agrícola 2024/25 en el horizonte, el agua y los precios seguirán siendo factores determinantes en el éxito de los cultivos. La comunidad agrícola argentina enfrenta un camino desafiante, donde las condiciones económicas y climáticas jugarán un papel crucial en su futuro.