La industria marítima frente al reto de la descarbonización

Por Agroempresario.com

La lucha por reducir las emisiones de carbono en la industria marítima se intensifica en un contexto donde el sector representa aproximadamente el 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A medida que la presión internacional por la sostenibilidad crece, las navieras están explorando soluciones innovadoras para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.

A partir de 2023, la Organización Marítima Internacional (OMI) anunció su plan para reducir las emisiones del transporte marítimo en al menos un 50% para 2050. Sin embargo, como se señala en un artículo de Infobae, “el desafío es mayúsculo”, ya que la flota mundial depende en gran medida de combustibles fósiles. Los esfuerzos por implementar tecnologías más limpias avanzan lentamente, y la transición hacia combustibles alternativos como el hidrógeno verde, el amoníaco o los biocombustibles ha mostrado potencial, aunque aún representa solo una pequeña fracción del consumo global de energía en el sector marítimo.

Según estimaciones recientes, la infraestructura necesaria para hacer viable el uso de combustibles sostenibles a gran escala requiere inversiones billonarias. Las barreras tecnológicas y los altos costos son las principales razones por las que muchas navieras continúan dependiendo del diésel marino. Aunque algunas compañías líderes han comenzado a implementar embarcaciones propulsadas por gas natural licuado (GNL), estas tecnologías son consideradas soluciones transitorias, ya que no son completamente libres de emisiones.

El amoníaco, una de las alternativas más prometedoras, “es tóxico y requiere nuevas normativas de seguridad”, señala el mismo artículo. Además, su adopción global aún está en sus primeras fases, con solo unos pocos proyectos piloto en marcha. Por otro lado, el hidrógeno verde presenta la ventaja de ser más limpio, pero su falta de infraestructura de producción y almacenamiento lo coloca fuera del alcance inmediato.

Para avanzar hacia la descarbonización, las navieras están invirtiendo en tecnologías que les permitan operar de manera más eficiente. Desde la optimización de rutas hasta la implementación de velas y motores eléctricos en combinación con combustibles alternativos, la digitalización juega un papel clave. El uso de software de predicción meteorológica avanzada y sistemas de monitoreo en tiempo real ha permitido a algunas flotas optimizar sus rutas y reducir significativamente el consumo de combustible.

Sin embargo, el camino hacia una industria marítima sostenible está plagado de desafíos económicos y políticos. La transición hacia una industria marítima descarbonizada requiere inversiones sin precedentes, una cifra que muchas navieras pequeñas y medianas encuentran inasumible sin el apoyo financiero de los gobiernos y organismos internacionales. Actualmente, el costo de los combustibles sostenibles es de dos a cinco veces mayor que el de los combustibles fósiles, lo que genera incertidumbre en el sector.

El futuro del transporte marítimo dependerá de la colaboración entre gobiernos, empresas y organismos internacionales. Las políticas de apoyo, las inversiones en infraestructuras de combustibles verdes y la cooperación entre las grandes compañías navieras serán esenciales para lograr una transición sostenible.

La necesidad de acelerar la descarbonización en el transporte marítimo no es solo un imperativo ambiental, sino también económico. Con el crecimiento continuo del comercio global, la industria marítima debe adaptarse rápidamente para seguir siendo competitiva y, al mismo tiempo, responsable con el medio ambiente.