Por Agroempresario.com
Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) enfrentan un nuevo desafío en Argentina: el impacto de las tasas municipales en sus costos de producción, que en algunos casos puede llegar a incrementar los gastos hasta un 25%. Aunque el Gobierno nacional ha intentado reducir la burocracia y las cargas impositivas a nivel federal, la tendencia alcista de las tasas provinciales y municipales neutraliza estos esfuerzos, afectando gravemente la competitividad de las Pymes.
Un estudio reciente sobre dos sectores clave, el textil y la producción de tazas de cerámica, ilustra cómo este incremento en las tasas afecta cada etapa del proceso productivo. En el sector textil, por ejemplo, los costos de producción se ven afectados en cada municipio por las tasas locales de Seguridad e Higiene, además de otros tributos municipales, elevando considerablemente el precio final. En total, las tasas pueden sumar más de $24.000 a la producción de una camisa que, sin estos tributos, costaría $500.000.
El sector de la cerámica enfrenta una situación similar, donde las tasas de diversos municipios generan un sobrecosto de más de $20.000 en el proceso de producción de tazas. Esta presión impositiva resulta ser un desafío especialmente en un contexto de recesión económica, donde las Pymes ya enfrentan márgenes de ganancia reducidos y una caída del Producto Bruto Interno (PBI).
Según datos del Instituto Argentina de Análisis Fiscal (IARAF), desde 2023 la cantidad de tributos municipales ha aumentado de 78 a 84, siendo el 38% de estos impuestos municipales tasas. Esta proliferación de tasas, sumada al aumento de otros tributos provinciales y nacionales, pone a las Pymes en una posición aún más vulnerable.
A pesar de la resolución del Ministerio de Economía, que busca eliminar tasas adicionales en las facturas de servicios públicos, los municipios están resistiendo esta medida y analizando opciones judiciales. Mientras tanto, las Pymes deben encontrar maneras de mejorar su productividad y reducir costos en otras áreas para mantener su competitividad tanto a nivel local como internacional.
Con un contexto económico que exige una mayor apertura y competencia global, el futuro de las Pymes argentinas dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a esta nueva realidad impositiva, al tiempo que luchan por una menor presión tributaria y una infraestructura más eficiente que permita la sostenibilidad de sus negocios.