Por Agroempresario.com
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que el Gobierno aún no ha decidido si iniciará un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque el equipo económico sigue negociando un préstamo con bancos internacionales para hacer frente a vencimientos de deuda, Caputo no aseguró que se busquen más desembolsos del organismo internacional.
El foco, según explicó Caputo, está en evaluar la evolución de distintas variables económicas antes de decidir si será necesario un nuevo programa con el FMI. El principal objetivo de este acuerdo sería reforzar las reservas del Banco Central y avanzar en la salida de los controles cambiarios.
En una entrevista reciente, Caputo destacó que no hay una única manera de desarmar el cepo. El proceso podría seguir siendo gradual, como hasta ahora, o acelerarse con un plan de shock, dependiendo de cómo se comporten las variables económicas clave en los próximos meses. Sin embargo, dejó en claro que la economía argentina no está lista para enfrentar nuevos episodios de volatilidad, y que cualquier medida se tomará con cautela.
Caputo puso como ejemplo a China, que a pesar de mantener controles cambiarios, ha logrado un crecimiento económico sostenido a tasas de dos dígitos. “Es un mito que la economía no puede crecer con cepo. Vamos a salir del cepo de manera ordenada, sin provocar inestabilidad en los mercados”, afirmó el funcionario.
El acuerdo actual con el FMI está próximo a finalizar. Esta etapa del programa Extended Fund Facility (EFF), que comenzó hace dos años y medio, permitió al país cumplir con los vencimientos de deuda del Stand-By de 2018. Aunque se esperaba que el Gobierno abriera la puerta a un nuevo acuerdo, Caputo relativizó esta posibilidad y sugirió que el avance del tiempo beneficia al programa económico, reforzando la política monetaria local.
El plan vigente establece que Argentina comenzará a devolver los 45.000 millones de dólares del acuerdo con el FMI entre 2026 y 2032. A pesar de que el escenario inicial sugería que en las próximas semanas podría abrirse una negociación para un nuevo desembolso, las recientes declaraciones del ministro parecen desinflar esta expectativa.
En paralelo, el equipo económico trabaja en asegurar el pago de los próximos vencimientos de deuda externa. En enero, Argentina deberá enfrentar obligaciones por cerca de 5.000 millones de dólares en capital e intereses. Para los intereses, el Gobierno ya envió anticipadamente 1.500 millones de dólares a una cuenta en Nueva York. En cuanto al capital, se espera que un préstamo repo con bancos internacionales cubra esta parte del pago.
Sin embargo, las negociaciones con los bancos aún no se han cerrado, y una de las incógnitas es a qué tasas de interés accederá el país en este contexto de alto riesgo país. Según fuentes oficiales, las conversaciones podrían llegar a una conclusión hacia finales de este mes, una vez que se logre una mayor estabilidad en los mercados.
Caputo mantiene una postura cautelosa respecto a las negociaciones con el FMI. Mientras el Gobierno evalúa opciones para financiar sus compromisos de deuda, no está claro si buscarán un nuevo programa con el Fondo. Todo dependerá de cómo evolucionen las variables macroeconómicas y del éxito en las negociaciones con bancos internacionales. Por ahora, la salida del cepo parece estar sujeta a un delicado equilibrio entre estabilidad financiera y necesidad de recursos externos.