Por Agroempresario.com
El ajo es un ingrediente esencial en la gastronomía mundial, conocido tanto por sus propiedades culinarias como medicinales. En este contexto, una licenciada en Nutrición Humana decidió realizar un experimento: consumir un diente de ajo crudo diariamente durante un mes. Los resultados arrojaron una variedad de efectos, desde mejoras en la piel hasta complicaciones digestivas.
Uno de los primeros cambios que notó la autora fue en su piel. La nutricionista, que llevaba años luchando contra el acné hormonal, experimentó una notable mejoría en el tono y la claridad de su cutis. El ajo contiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que podrían haber contribuido a este cambio. Según la dietista Roxana Ehsani, “el ajo tiene la capacidad de reducir la inflamación, lo que podría disminuir la aparición de acné y otras afecciones cutáneas”.
Además, el ajo es una fuente rica en vitaminas como la vitamina C y E, esenciales para la salud de la piel. Si bien estos nutrientes también pueden obtenerse a través de productos tópicos, la ingesta de ajo podría tener un impacto positivo en la piel desde el interior.
El ajo es parte de los alimentos que suelen evitarse en dietas bajas en FODMAP, utilizadas para controlar el síndrome del intestino irritable (SII). La autora del experimento notó que, durante la primera semana, el ajo crudo provocó malestar digestivo, incluyendo hinchazón y gases. Sin embargo, hacia la tercera semana, estos síntomas disminuyeron, lo que sugiere una posible adaptación del cuerpo.
Ehsani destaca que el ajo crudo contiene fibra prebiótica, que alimenta a las bacterias beneficiosas del intestino. Sin embargo, advierte que personas con problemas digestivos podrían experimentar incomodidad debido a los oligosacáridos fermentables presentes en el ajo.
Uno de los efectos más notorios y difíciles de ignorar es el mal aliento. El ajo contiene compuestos de azufre que, al descomponerse, provocan un olor persistente que incluso el cepillado dental no logra eliminar. La autora del experimento confesó que, debido a este problema, no pudo consumir ajo todos los días del mes, deteniéndose en un total de 25 dientes.
Más allá de los efectos visibles, el ajo crudo tiene otros beneficios potenciales para la salud. Ehsani señala que "el ajo puede fortalecer el sistema inmunológico, reducir la inflamación y aumentar la producción de glóbulos blancos". Además, su consumo ha sido vinculado con la reducción de la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre, lo que podría ser beneficioso para personas con hipertensión o riesgo de diabetes.
En conclusión, aunque los beneficios del ajo crudo son evidentes, su consumo diario puede no ser adecuado para todos debido a los efectos secundarios como el mal aliento o las molestias digestivas. Se recomienda consumirlo en cantidades moderadas y consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios importantes en la dieta.