Por Agroempresario.com
La prolongada sequía que afecta a la zona núcleo agropecuaria de Argentina pone en riesgo las proyecciones de ingreso de dólares para 2025. Las entidades del sector advierten que sin lluvias significativas en octubre, el flujo de divisas provenientes de las exportaciones se verá seriamente afectado, generando preocupación en los mercados financieros y en el Gobierno. En paralelo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciaron medidas para aliviar la presión sobre las reservas del Banco Central, ofreciendo financiamiento y reducción de sobrecargos de interés.
La Bolsa de Comercio de Rosario alertó que la falta de precipitaciones durante septiembre y octubre podría reducir los rendimientos de trigo y complicar la ventana de siembra del maíz, que se cierra a mediados de octubre con solo un 40% del área sembrada. “Si no llueve pronto, los dólares proyectados para mayo de 2025 no van a estar”, aseguró Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC.
Según el informe, los rendimientos esperados para el maíz ya fueron ajustados a la baja, pasando de 39 a 35 quintales por hectárea, mientras que las exportaciones de soja podrían verse afectadas en los próximos meses, dificultando el cierre del ciclo comercial. Aunque las condiciones no son tan extremas como las de 2023, el sector advierte sobre los riesgos de subestimar el impacto de la falta de agua.
El BID confirmó que destinará USD 2.400 millones en préstamos para proyectos del sector público y otros USD 1.400 millones para proyectos privados en los próximos dos años. Además, el FMI reducirá los sobrecargos de interés a partir del 1° de noviembre, lo que representará un ahorro de USD 200 millones en una primera etapa y unos USD 1.100 millones en los próximos tres años fiscales.
El proyecto de Presupuesto 2025 prevé que la mayor parte del financiamiento internacional provendrá del BID (USD 1.134 millones), seguido por el Banco Mundial y entidades chinas. Sin embargo, tras descontar pagos de intereses y capital, el alivio neto estimado será de menos de USD 600 millones, insuficiente para cubrir las necesidades del Tesoro si la cosecha del próximo año no cumple con las expectativas.
El Gobierno sigue sin acceso a los mercados internacionales debido al alto riesgo país, y las exportaciones del sector agropecuario siguen siendo clave para la estabilidad de las reservas. Los productores trabajan bajo la suposición de que el esquema de liquidación blend (80% al tipo de cambio oficial y 20% al contado con liquidación) se mantendrá en 2025. Sin mejoras en los precios internacionales ni cambios en los derechos de exportación, podría reducirse la inversión por hectárea, afectando la producción general del próximo año.
A pesar de los desafíos, el sector se muestra optimista con respecto a una recuperación si el clima acompaña. “Si las lluvias llegan este mes, la voluntad de siembra estará presente, y podremos cerrar el ciclo actual con expectativas más positivas”, afirmó Idígoras. La clave para mantener la producción y asegurar el ingreso de divisas dependerá del comportamiento del clima y de las medidas que adopte el Gobierno en los próximos meses para sostener la confianza de los mercados.