Por Agroempresario.com
El Ojos del Salado, ubicado en la frontera entre Argentina y Chile, no solo es el volcán activo más alto del mundo, con una imponente cumbre de 6.893 metros sobre el nivel del mar, sino que también se destaca por sus características únicas. Este gigante natural atrae tanto a aventureros como a científicos, convirtiéndose en un destino de gran relevancia en la Cordillera de los Andes.
Aunque se estima que su última erupción ocurrió hace aproximadamente 1.300 años, el Ojos del Salado aún muestra signos de actividad. En 1993, se registraron emisiones de cenizas, lo que evidencia que este volcán sigue siendo un punto de interés para el estudio de la actividad sísmica y volcánica. Según el artículo de TN, “a pesar de su letargo, la actividad geológica en la región continúa siendo un área de investigación vital”.
Un aspecto que lo distingue es la presencia de un lago en uno de sus cráteres, situado del lado argentino, que se considera el espejo de agua más alto del mundo, ubicado a 6.390 metros de altitud. Este lago, de aproximadamente 100 metros de extensión, es una rareza en un entorno tan árido y elevado, y añade un atractivo especial para los alpinistas que se esfuerzan por alcanzar la cumbre.
El acceso al Ojos del Salado se realiza principalmente desde dos ciudades cercanas: Tinogasta, en Argentina, y Copiapó, en Chile, a unos 150 y 180 kilómetros respectivamente. La proximidad al desierto de Atacama crea condiciones extremas, con temperaturas muy bajas y aire seco, lo que convierte al volcán en un destino desafiante para los escaladores. “La primera ascensión al Ojos del Salado fue lograda en 1937 por dos alpinistas polacos, Jan Szszepanski y Justin Wojsznis”, destaca TN.
Más allá del montañismo, el volcán Ojos del Salado es un laboratorio natural que permite a los investigadores estudiar la geotermia y el clima árido. Los científicos observan cómo los ecosistemas sobreviven y se adaptan en estas alturas con condiciones hostiles.
En conclusión, el Ojos del Salado es un tesoro natural en Sudamérica que combina aventura, ciencia y belleza. Su lago de altura, su actividad volcánica y las historias de quienes se aventuran a escalarlo lo posicionan como un destino único y fascinante para aquellos que buscan explorar lo desconocido.