Por Agroempresario.com
Las precipitaciones de los últimos días aceleraron la siembra de los cultivos de la campaña gruesa, según el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Sin embargo, cultivos como el trigo y la cebada aún requieren mayores aportes hídricos para mejorar su condición.
El informe indicó que las lluvias permitieron un avance significativo en la siembra de maíz, alcanzando el 24,3% del área proyectada, lo que representa un incremento interanual del 4,4%. Las regiones más beneficiadas fueron Santa Fe, Entre Ríos y el noroeste de Buenos Aires, donde las labores se intensificaron en la última semana.
Los lotes más avanzados de maíz se encuentran en el centro de Santa Fe, en estado vegetativo (V5) y en buen estado general. En contraste, en el sur del área agrícola aún se esperan lluvias que permitan ampliar la siembra.
El girasol también mostró un progreso intersemanal del 11,2%, cubriendo ya el 24,2% de las 1,95 millones de hectáreas proyectadas para esta campaña. El avance en las labores se consolidó en todas las regiones PAS, con el cierre de la siembra en el NEA y el inicio en las zonas más occidentales del área agrícola.
Gracias a los aportes hídricos recientes, el 61% del área sembrada presenta una condición hídrica “adecuada a óptima”, mientras que el 82% de los cultivos se encuentra en estado “normal a excelente”.
En cuanto al trigo, el 53% de la superficie sembrada muestra condiciones hídricas “adecuadas a óptimas”, pero las lluvias llegaron tarde para algunos lotes que ya están en madurez, afectando su potencial. No obstante, el 65,1% del área sigue en estadíos previos a la floración, con posibilidad de recuperación si se mantienen las lluvias pronosticadas.
Para la semana entrante, se esperan nuevas precipitaciones en casi toda el área agrícola nacional. Estas lluvias serán fundamentales para sostener el rendimiento en el sudeste bonaerense, donde el déficit hídrico empieza a limitar el desarrollo del cultivo.
En cuanto a la cebada, el 54% de los lotes muestra una condición hídrica favorable, aunque ha habido una merma del 7% respecto al informe anterior. Además, el 43% de los cultivos se mantiene en estado “excelente a bueno”, con una baja del 11% en las últimas dos semanas debido a la falta de lluvias en zonas críticas como La Pampa y el oeste bonaerense.
Para los cultivos en espigazón y en áreas más al sur, las lluvias futuras serán clave para sostener el rendimiento y evitar más pérdidas.
Con un panorama optimista, pero aún incierto para algunos cultivos, la campaña gruesa avanza esperando que las precipitaciones previstas confirmen el alivio necesario para garantizar un desarrollo sostenido.