Los primeros datos de calidad del trigo 2025/26 anticipan el pulso del nuevo ciclo comercial

Los primeros indicadores de calidad del trigo de la campaña 2025/26 comenzaron a delinear el escenario del nuevo ciclo comercial en la Argentina, en un momento clave para productores, exportadores e industrias. El relevamiento fue elaborado por la Cámara Arbitral de la Bolsa de Comercio de Rosario y difundido en una etapa más temprana que en campañas anteriores, lo que lo convierte en una herramienta estratégica para la toma de decisiones comerciales, industriales y logísticas desde el inicio de la cosecha, según informó Infobae.

El informe se basa en el análisis de muestras que representan 244.100 toneladas de trigo, equivalentes al 76,7% del volumen total proyectado para esta instancia de muestreo. La información corresponde a la Subregión II Norte, una de las áreas más representativas de la producción triguera nacional, que abarca departamentos de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. Se trata de una zona clave tanto por volumen como por su incidencia en la formación de precios y estándares de calidad.

En cuanto a los resultados preliminares, el peso hectolítrico promedio se ubicó en 79,4 kilogramos por hectolitro, un valor que se encuentra dentro de parámetros considerados aceptables para el mercado. Por su parte, el contenido de proteína alcanzó un promedio de 9,6%, calculado sobre una base de humedad del 13,5%, uno de los datos más observados por la industria molinera y por los compradores internacionales al momento de definir destinos y precios.

Respecto de la clasificación comercial, el análisis de laboratorio indicó que el 28,3% de las muestras fue categorizado como Grado 1, el 66% como Grado 2 y el 5,7% como Grado 3, sin registros fuera de estándar en esta primera etapa del relevamiento. Esta distribución inicial ofrece una señal temprana sobre la calidad comercial disponible, que será clave para la programación de embarques, la segmentación de mercados y la planificación industrial.

Los análisis se realizaron en el nuevo laboratorio de la Bolsa de Comercio de Rosario, inaugurado el pasado 13 de noviembre y equipado con tecnología de última generación. Esta infraestructura permitió agilizar los procesos de análisis, mejorar la precisión de los resultados y acelerar su difusión al mercado, un factor especialmente valorado en las primeras semanas de la campaña, cuando las decisiones se toman con información todavía parcial.

Desde la Cámara Arbitral destacaron que la anticipación del relevamiento responde a una demanda concreta del mercado, que requiere datos confiables en tiempo real para reducir la incertidumbre. “Una vez más, la información fue recopilada, analizada y difundida en los tiempos que el mercado exige, facilitando a todos los eslabones de la cadena agroindustrial el acceso a datos clave en el momento preciso”, señaló Gonzalo Almeyda, presidente de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario.

Según explicó, esta dinámica contribuye a optimizar las decisiones comerciales y logísticas desde las etapas iniciales de la cosecha, permitiendo ajustar estrategias de venta, almacenamiento y transporte en función de la calidad real del cereal. En un contexto de márgenes ajustados y alta competencia internacional, contar con información temprana puede marcar la diferencia entre capturar oportunidades o asumir sobrecostos.

El peso hectolítrico y el nivel de proteína son dos de los parámetros más sensibles para el trigo argentino. El primero está directamente asociado al rendimiento industrial, mientras que el segundo incide en la aptitud panadera y en la posibilidad de acceder a determinados mercados externos. Por eso, aunque se trata de un relevamiento preliminar, los datos ya comenzaron a ser analizados por operadores y exportadores como una referencia inicial del perfil de la cosecha.

Desde el punto de vista logístico, la información temprana también permite planificar flujos hacia puertos y plantas industriales, evitando cuellos de botella en plena cosecha. La Subregión II Norte concentra una porción significativa de la mercadería que ingresa a los nodos portuarios del Gran Rosario, por lo que cualquier variación en calidad o volumen tiene impacto directo en la operatoria del sistema.

El informe no busca anticipar resultados definitivos, sino ofrecer una fotografía temprana del trigo que está ingresando al circuito comercial. A medida que avance la cosecha y se amplíe el muestreo a otras regiones, los promedios podrían ajustarse. Sin embargo, el valor del relevamiento radica en su carácter anticipado, que permite al mercado comenzar a calibrar expectativas.

En campañas anteriores, este tipo de información solía difundirse cuando la cosecha estaba más avanzada, lo que reducía su utilidad para decisiones iniciales. La puesta en marcha del nuevo laboratorio y la reorganización de los procesos internos de la BCR permitieron adelantar los plazos, alineando la información con el ritmo real de los negocios.

En un escenario global marcado por la volatilidad de precios, las tensiones logísticas y la competencia entre orígenes, la calidad del trigo argentino vuelve a ocupar un lugar central. Los primeros datos de la campaña 2025/26 ofrecen señales iniciales que el mercado ya comenzó a procesar, a la espera de nuevos relevamientos que completen el panorama.

Con esta información temprana, el sector cuenta con una base técnica sólida para iniciar el ciclo comercial del trigo, ajustar estrategias y reducir incertidumbre en una de las campañas más relevantes para la cadena agroindustrial argentina.