Sostenibilidad en el campo: CTSA pionera en la medición de huella de carbono

Por Agroempresario.com

La huella de carbono es un indicador ambiental que refleja la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por individuos y organizaciones, y su medición se vuelve esencial en un contexto donde la conciencia sobre el cambio climático está en aumento. En este sentido, la Compañía de Tierras del Sud Argentino (CTSA), perteneciente al grupo familiar italiano Benetton, se destaca al implementar prácticas sostenibles en sus 950.000 hectáreas, principalmente ubicadas en la Patagonia, dedicadas a la ganadería ovina y bovina, forestación y agricultura. 

Como señala un artículo de La Nación, “Hace tres años empezamos a hacer nuestros propios reportes de sustentabilidad para evaluar nuestra situación y tomar acciones concretas que mejoren nuestra producción y la orienten hacia la sustentabilidad”, afirma Agustín Dranovsky, CEO de CTSA. En este marco, la empresa comenzó a medir su huella de carbono, utilizando la plataforma Puma, con el apoyo financiero de Banco Galicia, gracias a un acuerdo que facilita la medición y mejora de las prácticas agropecuarias.

La iniciativa se centra en la Estancia Santa Marta, una propiedad de 16.000 hectáreas en Balcarce, Buenos Aires, donde 8.000 hectáreas están destinadas a la agricultura y 2.000 a pasturas para ganadería. Según Dranovsky, “El objetivo era medir, obtener información y, con eso, generar mejoras. Así, surgió la idea de calcular la huella de carbono tanto en agricultura como en ganadería”, una decisión que ha llevado a la empresa a descubrir que, mediante la rotación de cultivos de maíz con verdeo, lograron neutralizar o incluso aumentar la captura de carbono.

En palabras de Franco Santori, gerente comercial de CTSA, “Mediante la rotación de cultivos, se pueden mejorar esos balances porque se obtiene una mayor producción de materia seca”. Gracias a los datos obtenidos, la empresa ha incrementado de 460 hectáreas a 1.423 hectáreas las áreas bajo esta rotación.

Dranovsky también destaca que esta metodología permite medir el impacto campaña tras campaña, lo que facilita la identificación de los sistemas productivos más eficientes. “Es una herramienta útil que nos permite tomar acciones, medir resultados, revisar la estrategia, ver lo que funciona y lo que no, y darle continuidad”, asegura.

La intención de CTSA es replicar estas prácticas en la Patagonia, donde las técnicas de manejo son más tradicionales. “Estamos viendo distintos modelos y alternativas, y también la construcción de datos”, indica Dranovsky. Además, la empresa está explorando el uso de imágenes satelitales para mejorar la eficiencia del pastoreo y aumentar la producción de materia prima.

María Inés Di Nápoli, CEO y fundadora de Plataforma Puma, agrega que “medir, calcular, evaluar y simular te permite generar nuevas estrategias tendientes a implementar un sistema regenerativo y que permita el secuestro de carbono”. Actualmente, han abarcado unas 260.000 hectáreas entre agricultura y ganadería, brindando el servicio de medición sin costo para los productores, dado que Banco Galicia cubre los costos de la medición de sus clientes.

El proceso de medición involucra la entrega de datos por parte de los productores, que son integrados con sus sistemas de gestión o recopilados a través de un Excel. “Automáticamente surge el cálculo de la huella de carbono”, explica Di Nápoli, lo que resulta en un cálculo preciso de las emisiones de dióxido de carbono equivalente por tonelada producida o por kilo de carne, como en el caso de CTSA.

Finalmente, CTSA se posiciona como un modelo a seguir en el sector agropecuario, demostrando que es posible aumentar la producción agrícola y ganadera mientras se reduce el impacto ambiental, un desafío crucial en la actualidad. “Hay que producir más, pero generando un menor impacto ambiental y manteniendo o aumentando los niveles de producción”, concluye Di Nápoli.