Por Agroempresario.com
El bioasfalto, un material revolucionario que sustituye hidrocarburos por biodiesel, ya está en uso en la provincia de Córdoba. Esta iniciativa combina la inversión pública, la colaboración privada y la investigación académica para lograr una alternativa vial más amigable con el ambiente. En asociación con la empresa Afema y la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el gobierno provincial impulsa esta tecnología en proyectos de pequeña y mediana escala.
Córdoba es la primera provincia argentina en implementar este compuesto, con resultados alentadores. Además de su impacto positivo en el medio ambiente, el bioasfalto simplifica la logística de las obras viales, al reducir la maquinaria pesada necesaria y minimizar interrupciones en el tránsito.
El bioasfalto destaca por reemplazar un 27% del petróleo utilizado en mezclas tradicionales con biodiesel, disminuyendo así las emisiones de gases de efecto invernadero. A diferencia del asfalto convencional, su aplicación no requiere altas temperaturas, lo que evita la emisión de vapores nocivos.
Actualmente, la Municipalidad de Córdoba ha adquirido 20.000 toneladas para bacheos y reparaciones en áreas urbanas. La ausencia de despliegues masivos de maquinaria hace del bioasfalto una opción ideal para municipios, tanto en zonas urbanas como rurales.
Daniel de la Rubia, jefe de laboratorio de Afema, aseguró que la confianza en el producto ha crecido a lo largo del tiempo: "Cada paso ha sido positivo, lo que nos permite mirar al futuro con optimismo".
El bioasfalto no solo se ha consolidado en Córdoba, sino que también ha comenzado a exportarse a Uruguay, Bolivia y Paraguay, lo que posiciona a esta provincia como referente regional en tecnologías sustentables. A principios de 2024, Afema inauguró una mini planta de biodiesel en Villa Retiro con capacidad para producir 6.000 litros diarios, alimentando tanto la demanda vial como la flota de la empresa.
Lucas Crespi, responsable del Laboratorio de Estructuras de la UNC, explicó que ya se realizan pruebas comparativas entre bioasfalto y asfalto tradicional en un tramo de la ruta E57. “Las expectativas son altas. Este es un proyecto multidisciplinario que abarca aspectos ambientales, químicos y estructurales”, destacó Crespi.
El éxito del bioasfalto en Córdoba no habría sido posible sin el marco normativo y los incentivos financieros impulsados por la provincia. La Ley 10.721, que promueve energías limpias en la obra pública, y la línea de créditos "Dale BIO" del Banco de Córdoba, han facilitado la adopción de biocombustibles en sectores estratégicos. Además, la provincia ofrece exenciones fiscales para empresas que desarrollan tecnologías sostenibles y beneficios específicos para vehículos que utilicen biocombustible.
Afema y el gobierno provincial avanzan en la homologación del bioasfalto para obras de gran escala, con el objetivo de transformar el panorama de la infraestructura vial en Argentina. “Las políticas de fomento han sido fundamentales para concretar este proyecto”, concluyó De la Rubia.
Con menos costos, menores emisiones y una logística simplificada, el bioasfalto se presenta como una opción sólida para enfrentar los desafíos de infraestructura del futuro, posicionando a Córdoba a la vanguardia en el uso de tecnologías sustentables.