Por Agroempresario.com
Fran Seubert, fundador de Atelier Fuerza, se destaca como un referente de la panadería argentina, y su trayectoria está marcada por un profundo respeto hacia las raíces del oficio. Desde sus inicios, cuando vendía panes caseros en una bicicleta por las calles de Palermo, ha buscado rescatar y revalorizar los sabores y tradiciones que componen nuestra identidad panadera.
La revolución de la masa madre lo llevó a explorar un camino de autenticidad y pasión por el pan, permitiendo que la panadería recupere el prestigio que alguna vez tuvo. Sin embargo, su enfoque no se limita a la masa madre; Seubert también aboga por la cremona y el miñón, resaltando la importancia de estos productos en nuestra cultura. “Se pueden hacer cosas fantásticas con levadura y prefermentos”, asegura a una entrevista exclusiva para La Nación.
Su investigación lo ha llevado a viajar por Argentina y Europa, buscando entender las influencias migratorias que han moldeado nuestra panadería. En su libro Fran hace pan (Catapulta), comparte recetas de sabores icónicos, como el pan de campo, las galletas marineras y, por supuesto, la medialuna, un símbolo que busca posicionar al mismo nivel que el croissant.
La medialuna, hecha con huevo y almíbar, es un producto que, según Seubert, debe ser reivindicado. “Quiero que la medialuna argentina esté a la altura de cualquier croissant”, sostiene. En su viaje a las raíces de la panadería, encontró similitudes con las técnicas italianas, en las que se prioriza la calidad de la materia prima y la sencillez en la preparación.
Seubert subraya que la panadería argentina es un reflejo multicultural, resultado de la fusión de tradiciones de diversas corrientes migratorias. “En las panaderías de barrio está el ADN de nuestra cultura”, explica, enfatizando la importancia de recuperar el aprecio por los panes tradicionales y el orgullo por lo nuestro.
Para aquellos que desean incursionar en el arte de hacer pan en casa, Fran ofrece consejos valiosos: mantener un registro de las recetas, entender el funcionamiento de la levadura y utilizar ingredientes de calidad. Además, destaca la posibilidad de cocinar pan sin horno, utilizando una olla de acero para simular un ambiente de panadería.
La misión de Seubert es clara: revalorizar la panadería argentina y compartir sus conocimientos, para que todos puedan disfrutar de la riqueza y diversidad de nuestros sabores tradicionales. Su enfoque no solo celebra el pasado, sino que también inspira a futuras generaciones de panaderos a seguir explorando y creando.
La panadería argentina tiene mucho que ofrecer, y Fran Seubert es uno de sus más apasionados embajadores, comprometido con la preservación y evolución de un legado que nos une a todos.