“Recorrimos distintos cultivos en San Juan, explorando variedades y los modelos de conducción más eficientes que podrían aplicarse en Río Negro. La idea es evaluar todas las herramientas productivas que nos permitan aprovechar al máximo nuestras oportunidades de clima y suelo, y consolidar una industria olivícola propia”, señaló Banacloy.
El Ministro destacó que esta iniciativa no solo busca incorporar las mejores técnicas, sino también adaptar los cultivos al litoral marítimo rionegrino, donde el microclima y las nuevas áreas bajo riego aportan un potencial significativo al sector. Río Negro viene desarrollando nuevas zonas bajo riego en su litoral, con miras a diversificar su matriz productiva y aprovechar el crecimiento de la demanda mundial de aceite de oliva.
“El cultivo de olivos es una gran apuesta para nuestra provincia. Queremos consolidar una producción de calidad que permita a Río Negro competir en el mercado global del aceite de oliva y brindar nuevas oportunidades para la economía local”, enfatizó Banacloy. Estas acciones son parte de una visión a largo plazo que busca fortalecer la identidad productiva de la región y promover su expansión en las exportaciones.
Esta decisión corresponde a la visión estratégica del Gobernador Alberto Weretilneck de extender y modernizar los sistemas de riego de la provincia, como clave para el desarrollo de las actividades productivas agrícolas y ganaderas. Sumar más y mejor infraestructura permitirá desplegar el potencial del suelo, avanzar en nuevos cultivos y responder a los desafíos climáticos.