En el marco del acuerdo anterior, se obtuvieron 22 variedades que fueron sembradas en más de 500.000 hectáreas, algunas con amplia adopción por el sector productivo.
El desarrollo de una nueva variedad es un proceso complejo y que, según lo que se busque mejorar, puede llevar de 8 a 15 años de trabajo. Por esto, la articulación de una institución pública −dedicada a la investigación científica− con Louis Dreyfus Company (LDC) es fundamental para trabajar por objetivos en común, como lo son la creación, multiplicación y comercialización de variedades de trigo pan. De hecho, la articulación entre el INTA y LDC no es nueva y ya cuenta con 10 años de camino recorrido. Como resultado del acuerdo anterior se obtuvieron 22 variedades −en el marco del Programa Nacional de Mejoramiento de Trigo Pan del INTA− que fueron sembradas en más de 500.000 hectáreas, algunas con amplia adopción por el sector productivo, y que, en la actualidad, son comercializadas por LDC bajo su marca Macro Seed.
La finalidad del nuevo acuerdo firmado entre el INTA y LDC es desarrollar cultivares de trigo pan con adaptabilidad a las diferentes condiciones agroecológicas y sistemas de producción de la región triguera de Argentina, con calidad para distintos usos industriales y resistencia y/o tolerancia a factores bióticos y abióticos adversos, en un marco de sustentabilidad de los recursos y calidad del producto.
En el comunicado de prensa en el que se anunció la renovación de esta alianza, Pablo Autilio, jefe global de semillas de LDC, señaló: “El Grupo se enorgullece de renovar su alianza con el INTA, lo que nos permite seguir ofreciendo a nuestros clientes variedades de trigo con excelente germoplasma y la variabilidad necesaria para adaptarse a los desafíos que enfrentan actualmente los productores de las distintas zonas trigueras de Argentina”. Y agregó: “Esta colaboración permite un aporte significativo al agro argentino, siendo un paso importante para fortalecer aún más la competitividad del sector en la región”.
El presente convenio tiene una duración de diez años y podrá ser renovado por un nuevo período, a su finalización. Se lleva a cabo en el marco del programa de mejoramiento genético de trigo del INTA y está destinado a la creación de variedades de trigo panificable (o con único destino de panificación). Esta iniciativa público-privada no solo busca ofrecer variedades adaptadas a todos los ambientes productivos, sino también promover los productos mediante jornadas técnicas y días de campo. De hecho, las variedades de trigo pan de LDC con tecnología del INTA son distribuidas en Argentina y Uruguay y, además, hay planes de ingresar al mercado paraguayo a partir de 2025.
“La renovación de este acuerdo pone de manifiesto la confianza y compromiso mutuo para amplificar el impacto de nuestras investigaciones en el campo, al tiempo que resalta la importancia de las sinergias público-privadas en el sector para seguir facilitando el acceso a innovación tecnológica de punta en trigo a los productores”, dijo María Beatriz “Pilu” Giraudo, vicepresidente del INTA.
La obtención continua y permanente de nuevas variedades de trigo pan es de suma importancia para el sector productivo por diversas razones, que abarcan desde la mejora de la producción agrícola hasta la adaptación a las necesidades cambiantes de la industria alimentaria y los consumidores.
En todo programa de mejoramiento genético la clave para lograr ganancia genética es la disponibilidad de variabilidad genética para caracteres agronómicos de interés (por ejemplo, componentes de rendimiento, resistencia frente a estreses bióticos, abióticos, alelos de proteínas de reserva vinculadas con calidades específicas, etc.).
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