Por Agroempresario.com
La salsa de tomate es un pilar en la gastronomía mundial, pero su acidez puede resultar incómoda para quienes padecen de sensibilidad estomacal o problemas de acidez. Tradicionalmente, se ha recurrido al azúcar para mitigar este problema, pero hoy en día, muchos buscan alternativas más saludables y efectivas. Una opción destacada es el bicarbonato de sodio, conocido por su capacidad de neutralizar la acidez sin alterar significativamente el sabor.
El bicarbonato de sodio es un producto natural que actúa de forma química, convirtiendo los ácidos presentes en la salsa de tomate en sales y agua, lo que reduce la acidez y modifica el pH de la salsa. Esto es particularmente beneficioso para quienes desean limitar su consumo de azúcar, como personas con diabetes o aquellos que buscan evitar los efectos negativos del azúcar en su dieta. Además, al utilizar bicarbonato en lugar de azúcar, se evita un exceso de sodio, contribuyendo a una alimentación más equilibrada.
La acidez de los tomates proviene principalmente de su contenido de ácido cítrico y ácido málico, que pueden estimular la producción de ácido en el estómago y provocar malestar digestivo. Al agregar bicarbonato de sodio (aproximadamente 1/4 de cucharadita por cada 500 ml de salsa) durante la cocción, se produce una reacción que neutraliza esos ácidos. Es crucial agregarlo en pequeñas cantidades, ya que un exceso puede alterar el sabor de la salsa.
Preparar una salsa de tomate casera es una excelente manera de controlar los ingredientes y obtener un producto más saludable y menos ácido. Para ello, se pueden picar 500 gramos de tomates frescos y cocinarlos a fuego lento con aceite de oliva, ajo y cebolla hasta que estén suaves. Luego, se añade sal y hierbas frescas al gusto. Justo antes de terminar la cocción, se incorpora el bicarbonato y se revuelve bien, observando que la salsa comienza a burbujear. Tras unos minutos, se puede ajustar el sabor y disfrutar de una salsa equilibrada, perfecta para pastas, pizzas y otros platos.
Además de su uso en salsas, el bicarbonato de sodio tiene múltiples aplicaciones culinarias. Es un excelente agente leudante en repostería y puede reducir el tiempo de cocción de legumbres y carnes. Añadir bicarbonato a las legumbres mientras se remojan las ablanda, y frotar carnes con él mejora su textura. Estos usos versátiles hacen del bicarbonato de sodio un elemento esencial en cualquier cocina, ayudando a disfrutar de comidas deliciosas sin comprometer la salud digestiva.