Por Agroempresario.com
En el contexto de una creciente demanda por parte de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, referentes del sector han expresado su preocupación por la falta de una regulación que facilite la formalización del mismo. En una entrevista publicada en **Ámbito**, se destacó la urgencia de implementar medidas que no solo beneficien a las empresas, sino que también aseguren el acceso a tratamientos para los usuarios medicinales.
Durante la Expo Cannabis 2024, un evento crucial que reunió a 120 empresas y 500 marcas del sector, se evidenció un clima de descontento por la falta de apoyo gubernamental. Sebastián Basalo, uno de los organizadores del evento, criticó fuertemente al Gobierno, afirmando: "Somos una industria perseguida por el Estado durante mucho tiempo. Después de cuatro años de acompañamiento, en los últimos meses asistimos a un embate muy fuerte". Esta declaración refleja la percepción de una creciente tensión entre la industria y las autoridades, un sentimiento compartido por muchos en el sector.
Luis Osler, presidente de la Cámara Industrial del Cannabis y el Cáñamo (Caincca), subrayó el impacto negativo de las nuevas normativas en los usuarios de cannabis medicinal. "Hoy se está pasando por encima del 100% de los usuarios del cannabis medicinal y cuando se reglamenten los permisos para el CBD va a quedar todavía afuera el 95%", afirmó. Este comentario revela el temor de que la nueva regulación no aborde adecuadamente las necesidades de los pacientes que dependen de estos tratamientos.
Las recientes decisiones de la ARICCAME, que incluyen la suspensión de registros de nuevas genéticas, han llevado a que muchas pequeñas y medianas empresas enfrenten serias dificultades. Según el director de la revista THC, el actual marco normativo ha dejado a estas empresas en una situación de “ahogo”, con inversiones significativas y productos sin poder comercializar.
El informe de Caincca indica que la industria del cannabis podría generar hasta $441 millones anuales en recaudación tributaria, un recurso que el Gobierno estaría desaprovechando. Federico Cima, uno de los panelistas en la Expo, afirmó que "los productores quieren pagar impuestos y regularizarse", subrayando el deseo del sector de operar dentro de un marco legal.
Con la falta de acción del Gobierno nacional, varias provincias han comenzado a tomar la iniciativa en el desarrollo de proyectos independientes que buscan no solo aumentar la producción, sino también facilitar el acceso a los medicamentos derivados del cannabis. "Las provincias están empezando a desarrollar proyectos independientes y con mucha razón porque necesitan producción, empleo y un acceso a la medicina", concluyó Osler.
El futuro de la industria del cannabis en Argentina pende de un hilo, y la necesidad de una regulación que permita la formalización y el desarrollo del sector es más urgente que nunca. La industria está a la espera de una respuesta que no solo favorezca a las empresas, sino que también brinde un apoyo vital a los usuarios que dependen de estos tratamientos.