Las principales empresas de maquinaria agrícola reunidas en la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT) lanzaron un llamado de atención al Gobierno para establecer medidas que impulsen la renovación del parque de maquinaria en el país.
Según la entidad, el financiamiento escaso y las cargas impositivas actuales dificultan que los productores y contratistas inviertan en nuevos equipos, limitando así su capacidad de producir de manera eficiente.
La AFAT, que agrupa a multinacionales como John Deere, Massey Ferguson y CASE IH, alertó que la modernización es clave para enfrentar las crecientes demandas del sector.
Desde la asociación señalaron que la antigüedad de los equipos genera serias desventajas para el productor.
“Tenemos un parque que raya la obsolescencia, con un 70-80% de tractores con más de 15 años, y un 70-80% de cosechadoras con más de 10 años”, indicó Sergio Fernández, presidente de AFAT, quien destacó la oportunidad que representaría modernizar este parque.
La falta de renovación eleva costos y reduce eficiencia
En un contexto de poca estabilidad económica y política, la previsibilidad para realizar grandes inversiones es un desafío importante.
“Las dificultades que enfrentan los productores y contratistas para renovar sus equipos son muchas, sin lugar a duda”, comunicó AFAT.
Remarcó la necesidad de políticas que faciliten el acceso a financiamiento y promuevan la adopción de tecnología para aumentar la competitividad en el sector agrícola argentino.
La entidad resaltó que la “elevada y distorsiva” carga impositiva en el país desincentiva tanto la fabricación como la importación de maquinaria agrícola.
Según el análisis de la entidad, los fabricantes deben asumir una carga fiscal que representa el 54,5 % del valor de los insumos y materiales importados, producto del 21 % de IVA, un 20 % de percepción de IVA, un 6 % de ganancias y un 7,5 % por el impuesto PAIS.
En este contexto, AFAT sostuvo que la presión impositiva resta competitividad al sector frente a países de la región.
AFAT enfatizó sobre la necesidad de contar con líneas de crédito accesibles y predecibles para renovar equipos y fomentar inversiones en tecnología.(Foto: Adobe Stock).
La asociación destacó la importancia de contar con líneas de crédito accesibles y de largo plazo, adaptadas a las necesidades específicas de la producción agropecuaria y a tasas competitivas.
“Es clave que un mercado de esta importancia estratégica cuente con financiamiento previsible”, señaló en su comunicado, haciendo hincapié en que la previsibilidad es esencial para permitir inversiones en tecnología y renovar equipos obsoletos.
Fernández destacó que las empresas que integran la asociación son referentes globales en maquinaria agrícola y que invierten anualmente millones de dólares en investigación y desarrollo para ofrecer tecnologías más eficientes y sustentables.
“Toda esa tecnología está disponible en el mercado argentino”, subrayó Fernández, advirtió que las condiciones actuales limitan el acceso del productor a equipos que podrían mejorar su competitividad y eficiencia.
Destacó los beneficios de incorporar maquinaria de última generación en las distintas etapas de la producción agrícola, y remarcó el ahorro significativo en insumos y una mayor eficiencia en el uso de recursos.
En siembra, la tecnología de corte por cuerpo y siembra variable permite un uso hasta un 10 % menor de semillas, lo que optimiza costos y reduce desperdicios.
En el área de pulverización, el uso de inteligencia artificial en aplicaciones selectivas logra un ahorro de hasta el 80 % en herbicidas, y un 5 a 10 % en fitoterápicos mediante la incorporación de electroválvulas que regulan la apertura y cierre de cada pico de manera individual.
En cuanto a la cosecha, los equipos modernos pueden reducir las pérdidas entre un 15 y un 20 %, gracias a la precisión y eficiencia en la recolección.
Además, la implementación de pilotos satelitales permite reducir el número de pasadas en un 4 %, minimizando tanto el consumo de combustible como el impacto en el suelo.
AFAT considera que estos avances no solo mejoran la competitividad del productor, sino que también promueven una producción más sustentable en el país.
TNCampo