Por Agroempresario.com
La reciente decisión del gobierno británico de modificar el tratamiento fiscal para los bienes agrícolas heredados generó una ola de protestas en todo el país, con miles de agricultores movilizándose hacia Londres. Según anunció la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, los activos agrícolas que superen el valor de £1 millón (US$1,2 millones) estarán sujetos a un impuesto del 20% a partir de abril de 2026.
Esta medida busca recaudar £2.000 millones adicionales al año, en un contexto de necesidad de financiamiento público. Según cifras del gobierno, solo afectaría a las 500 granjas más ricas cada año. Sin embargo, el Sindicato Nacional de Agricultores (NFU) y la Asociación de Tierras y Negocios Rurales (CLA) estiman que hasta 70.000 granjas podrían verse impactadas.
En declaraciones tomadas del artículo publicado por La Nación, el primer ministro Keir Starmer intentó calmar las aguas asegurando que "la gran mayoría de las granjas no se verán afectadas", aunque estas palabras no lograron detener el enojo del sector.
El cambio establece que los activos agrícolas estarán exentos hasta £1 millón, pero cualquier monto que supere este límite será gravado con una tasa del 20%, la mitad de lo que se aplica a otros bienes. Adicionalmente, las parejas casadas podrán transferir hasta £3 millones sin pagar impuestos, gracias a desgravaciones acumulativas.
El impuesto deberá abonarse dentro de los seis meses posteriores al fallecimiento del propietario para evitar intereses, lo que, según los agricultores, podría forzar la venta de tierras debido a la falta de liquidez inmediata.
Cerca de 40.000 agricultores llegaron a Londres con tractores y pancartas, bloqueando zonas clave como Whitehall, en rechazo a lo que consideran "el fin" de la agricultura familiar. Muchos expresaron que esta medida agrava las dificultades que ya enfrenta el sector, como los altos costos operativos y la incertidumbre económica.
Videos y fotografías compartidos en redes sociales mostraron a familias enteras, incluidos niños en pequeños tractores de juguete, participando en las manifestaciones. La escena simboliza el impacto intergeneracional de las políticas anunciadas.
Actualmente, el impuesto a la herencia genera £7.000 millones anuales y afecta al 4% de los patrimonios británicos. Con los cambios anunciados, el Instituto de Estudios Fiscales proyecta que esta cifra podría subir al 7% para 2032.
Para los agricultores, la medida representa un ataque a su modo de vida, mientras que para el gobierno, es una forma de redistribuir la riqueza y sostener las finanzas públicas. El desenlace de este conflicto será crucial para determinar el futuro del sector rural británico.